**SANTANDER, 21 de noviembre.** En una significativa medida de apoyo a los ganaderos, el Gobierno de Cantabria ha otorgado un total de un millón de euros en subvenciones a 918 profesionales del sector ganadero por ofrecer servicios ambientales en zonas donde el lobo tiene presencia constante. Esta decisión fue oficializada mediante la resolución publicada en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC), que regula el procedimiento para estas ayudas destinadas a la ganadería extensiva.
El objetivo de estas subvenciones es fomentar la conservación de la biodiversidad en las áreas afectadas por el lobo, alineando la actividad ganadera con la preservación del medio ambiente. Según la información proporcionada por el Gobierno, los 918 ganaderos beneficiarios han demostrado su compromiso con la conservación al operar en zonas consideradas de alto riesgo debido a la presencia del lobo, gracias a estas aportaciones financieras del Gobierno Autonómico.
Los beneficios de estas subvenciones se distribuyen en forma de pagos directos, calculados como una prima anual por cada cabeza de ganado que se mantenga en régimen de ganadería extensiva, específicamente en los municipios que se encuentran clasificados dentro de la Zona 1 del Plan de Gestión del Lobo en Cantabria. Así, los ganaderos recibirán 20 euros por cada oveja o cabra, 15 euros por cada caballo y 10 euros por cada vaca en su explotación.
Para acceder a estos pagos, los ganaderos deben tener explotaciones aktifas en los municipios que forman parte de la mencionada zona 1, lo que asegura que los fondos se destinen a quienes realmente están en la primera línea de la convivencia con la fauna salvaje. La consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Susinos, subrayó la relevancia de estas ayudas, afirmando que son vitales para mitigar el impacto que la presencia de este depredador puede tener sobre la ganadería extensiva.
Susinos hizo hincapié en que los problemas asociados a la presencia del lobo van más allá de sus efectos directos sobre el ganado, afectando también la continuidad intergeneracional de las tradiciones ganaderas en las familias de esta región, donde la actividad ganadera ha sido un pilar económico y cultural. En este sentido, las subvenciones representan una herramienta para salvaguardar no solo la economía de los ganaderos, sino también el legado cultural de la ganadería en Cantabria.
Es importante destacar que estas subvenciones son completamente independientes de las indemnizaciones por los daños ocasionados por el lobo, que se otorgan a todos los afectados en la región, sean ganaderos profesionales o no. Asimismo, existen ayudas para implementar medidas preventivas que pueden ser solicitadas por todos los titulares de explotaciones. Estas últimas se conceden mediante un régimen de concurrencia competitiva, teniendo en cuenta el impacto de los daños registrados.
Dada la situación actual en la comunidad, el Gobierno de Cantabria también ha manifestado su intención de solicitar al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) que se lleven a cabo extracciones "puntuales y controladas" de ejemplares de lobo, en respuesta a un aumento notable en los ataques y daños reportados por los ganaderos. Este llamado refleja una preocupación genuina por equilibrar la coexistencia entre la ganadería y la fauna silvestre.
Actualmente, Cantabria alberga 23 manadas de lobos, de las cuales 9 se encuentran compartidas con regiones vecinas, incluidas Castilla y León y Asturias. El censo oficial que se prevé remitir al Ministerio antes de que finalice el año estima un incremento del 92% en la población de lobos en la última década, lo cual podría significar la presencia de más de 200 lobos en el territorio de Cantabria. Esta cifras resaltan la necesidad urgente de encontrar soluciones que beneficien tanto a los ganaderos como a la conservación de las especies en la región.
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