La empresa Aspla Plásticos Españoles ha reactivado la producción en su fábrica de Torrelavega hasta niveles de actividad similares a los anteriores a la huelga de 50 días, que finalizó a mediados de marzo. Aunque las consecuencias a futuro derivadas de la misma "se vaticinan graves", lo que se espera es una "fuerte afectación del negocio", según ha comunicado la dirección de la compañía.

La División Cast, que suponía un 10 por ciento de la producción habitual, sigue inactiva. Sin embargo, el nivel de actividad es semejante al de antes de la huelga y la compañía ha podido atender los pedidos retrasados y las urgencias generadas como consecuencia de la huelga.

Actualmente, el nivel de entrada de pedidos en la División Film, que es la más importante y representa el 55 por ciento de las ventas, es "preocupantemente bajo" y la cartera actual "cae un 25 por ciento" con respecto a la del año anterior.

Según la compañía, la estimación de ventas de la División Film para 2023, considerando los tres meses transcurridos, es "un 30 por ciento inferior" al presupuesto realizado en su día y "un 26 por ciento menor" que las ventas de 2022.

La dirección de Aspla Plásticos Españoles ha señalado que la huelga, la caída de la demanda de plásticos, el aumento del precio de las materias primas y el impuesto al uso del plástico son circunstancias preocupantes y cuyas expectativas no son positivas. La compañía está tomando medidas para tratar de garantizar la sostenibilidad de la empresa y minimizar los efectos negativos de estos factores, así como de los propios de la huelga.

Tras el fin de la huelga, la producción se ha reactivado de forma paulatina y sin grandes inconvenientes, aunque en los primeros días el clima fue tenso. Según la compañía, se está pudiendo dar salida a todos los pedidos que quedaron pendientes y a las urgencias posteriores derivadas de la situación, cumpliendo así con los clientes y tratando de recuperar una situación de relativa normalidad.

Finalmente, la dirección de Aspla Plásticos Españoles ha asegurado que la huelga ha supuesto un punto de inflexión en la positiva evolución que venía teniendo la compañía en los últimos años, "poniendo en riesgo" su competitividad y viabilidad, al generar la pérdida de confianza de sus clientes. Por lo tanto, aún es prematuro determinar las consecuencias definitivas a futuro, pero se espera una fuerte afectación al negocio.