La Audiencia Provincial de Cantabria ha dictado una sentencia condenando a Joaquín J. a doce años de prisión por un delito de homicidio y otro de lesiones con arma peligrosa, cometidos en La Albericia en el verano de 2021. Estos actos violentos acabaron con la vida de Daniel Molina, de 30 años, debido a una puñalada que le perforó la costilla y alcanzó su corazón.
El veredicto del jurado declaró a Joaquín J. culpable, quien durante el juicio reconoció los hechos y aceptó la pena impuesta. Además de la pena de prisión, se le ordena pagar una indemnización de 150.800 euros a los familiares de la víctima como responsabilidad civil.
Por su parte, la Audiencia Provincial también condenó a Félix S., segundo acusado, a pagar una multa de nueve meses con una cuota diaria de 6 euros, que suma un total de 1.620 euros. Félix S. fue acusado de empujar y tirar al suelo a la novia de la víctima cuando esta intentó intervenir entre los agresores y su pareja.
El juez considera probado que en la noche del 26 de julio de 2021, Joaquín J. coincidió con los hermanos Daniel Molina, su novia y su hermano en un bar de la calle La Gloria de Santander. Estuvieron conversando y bebiendo hasta las 00:45 horas del día siguiente, cuando salieron a la calle y se encontraron con Félix S., quien paseaba a su perro.
Según la sentencia, ambos acusados comenzaron una discusión con Daniel, en la que también participaron su hermano y su novia. Durante esta discusión, Joaquín sacó un arma blanca, empujó al hermano de Daniel y le apuñaló en el costado derecho, causándole una herida de un centímetro de longitud y una contusión en su primer dedo. El hermano necesitó sutura y analgésicos, tardando once días en curar y dejándole una pequeña cicatriz y un síndrome ansioso reactivo.
En defensa de su hermano, Daniel se enfrentó a Joaquín, quien le propinó un puñetazo en la cara que lo hizo encogerse. Aprovechando esta situación, el condenado le lanzó tres puñaladas en el abdomen, antebrazo izquierdo y zona submamilar izquierda. Esta última puñalada fue hecha con pleno conocimiento de que podría poner fin a la vida de Daniel y, lamentablemente, provocó su muerte horas después en el Hospital de Valdecilla.
En el transcurso de la agresión, la novia de la víctima trató de impedirlo interponiéndose entre ambos. En ese momento, Félix la empujó y la tiró al suelo, causándole una contusión y erosiones en la rodilla y el pie derecho. Estas lesiones requirieron tratamiento médico, incluyendo analgésicos, ansiolíticos, antidepresivos y psicoterapia. Tardó 120 días en curar y quedó con un trastorno de estrés postraumático.
Antes del juicio, Joaquín J. pagó a la familia de Daniel Molina 20.000 euros como pago parcial de las indemnizaciones que correspondieran, como forma de reparar parte del daño causado. También abonó al hermano de la víctima 1.500 euros como pago íntegro de la responsabilidad derivada de la agresión a él y para reparar el daño causado.
Además, antes del juicio, Félix S. transfirió 1.000 euros a la novia de Daniel Molina como pago íntegro de la responsabilidad civil derivada de la agresión a ella y para reparar el daño causado.