El bienestar de más de 240.000 cántabros se verá beneficiado por un nuevo proyecto llevado a cabo por el Gobierno regional en colaboración con Aqualia.

SANTANDER, 20 Ago.

La región de Cantabria recibirá una inversión de 9,8 millones de euros procedentes de fondos europeos para la mejora del ciclo urbano del agua en 47 municipios de la zona, en una iniciativa clave para el desarrollo y la eficiencia del sistema hídrico.

El consejero de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Roberto Media (PP), expresó su alegría por la obtención de esta importante financiación para la comunidad autónoma.

En un comunicado, se destacó que esta es la primera vez que Cantabria recibe esta ayuda, a través del PERTE del Ministerio de Transición Ecológica, señalando que en la convocatoria anterior el Gobierno anterior (PRC-PSOE) no presentó ningún proyecto dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

El proyecto, denominado 'CantabriaControl: control de caudales y optimización de recursos en la cuenca del Cantábrico', supondrá una inversión total de más de 10,8 millones de euros, con impacto directo en 47 municipios cántabros, beneficiando a más de 240.000 habitantes en términos de calidad de vida.

Aqualia llevará a cabo diversas acciones en seis municipios en colaboración con la Consejería de Medio Ambiente, mientras que el Gobierno abarcará 41 municipios, 39 de ellos dentro de la Delimitación de Municipios Afectados por Riesgo de Despoblamiento en Cantabria.

En total, se financiarán 50 proyectos en esta convocatoria, con una inversión total de 300 millones de euros, incluyendo el proyecto conjunto del Gobierno cántabro y Aqualia.

La digitalización de los procesos del ciclo integral del agua permitirá una gestión más eficiente y transparente, mejorando el conocimiento y el uso del agua, reduciendo las pérdidas y optimizando el gasto energético, en cumplimiento con normativas estatales y europeas más exigentes.

La instalación de equipos de medida proporcionará información continua sobre la cantidad y calidad del agua captada y distribuida, en concordancia con las nuevas regulaciones que demandan un control riguroso sobre estos aspectos.