Accésits para Valdecilla (Medio Cudeyo) y Barcenilla (Piélagos)
SANTANDER, 27 Jul.
El núcleo de Cicera, en el ayuntamiento de Peñarrubia, ha resultado ganador del Premio Pueblo de Cantabria 2022, certamen que convoca todos los años el Gobierno regional, mediante la Consejería de Obras Públicas, para admitir el precaución, la optimización y el cuidado de las localidades cántabras.
El premio está dotado con 130.000 euros y una placa conmemorativa que será entregado 'in situ' en reconocimiento al interés del Ayuntamiento y sus vecinos en "sostener y prosperar su pueblo enclavado en una situación privilegiada", así como anunció el asesor de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo, José Luis Gochicoa.
Además, el jurado ha concedido 2 accésits de diez.000 euros cada uno de ellos a las localidades de Valdecilla (Medio Cudeyo) y de Barcenilla (Piélagos), como segundo y tercer clasificado respectivamente.
El asesor informó del premio al alcalde de Peñarrubia, Secundino Caso, a través de una llamada telefónica efectuada desde la salón de prensa del Gobierno, donde informó en rueda de prensa de la resolución en una rueda de prensa donde asimismo estuvieron presentes los integrantes del jurado.
Caso expresó su satisfacción por recibir este premio para "un pueblo que ha conocido reinventarse para preservar el patrimonio y ha aprovechado para felicitar a los vecinos por la "esencial tarea" que hicieron con el objetivo de "preservar el pueblo y ayudar a fijar población".
Gochicoa por su lado ha señalado que el núcleo de Cicera fué "el que mejor" se ha amoldado a los criterios del premio por la calidad de la iniciativa presentada, tal como por los trabajos completados con las dotaciones económicas recibidas de otras ediciones en las que ganó accésits.
El asesor animó a conocer este pueblo que tiene un cruce de caminos donde están rutas del Jubileo, con lo que asimismo se tuvo presente que es la situación "impecable" para saber Cicera en 2023, en el momento en que se festejará el Año Jubilar Lebaniego. "El emprendimiento deja progresar la calidad del ambiente que tiene una puerta de ingreso al núcleo de Liébana", ha señalado.
Según Gochicoa, hablamos de un pueblo que fué con la capacidad de recobrar "todos y cada uno de los elementos que le identifican" con unos vecinos implicados en el cuidado y que contemplan "hasta el mucho más mínimo aspecto de su ciudad a la que desean y preservan".
En esta edición hubo diez candidaturas de diferente entidad y objetivos con un alto nivel y calidad de proyectos. Concretamente, aparte de los triunfadores, eligieron al Premio Castillo Pedroso, Ambrosero, San Andrés de Valdelomar, Bárcena Mayor, La Concha de Villaescusa, Barcenillas (Ruente) y Cervatos.
El propósito del premio es fomentar y respaldar la restauración, optimización y cuidado de los pueblos de Cantabria en el contexto de la defensa de los valores habituales, el ambiente natural y ecológico, el patrimonio histórico, cultural y artístico y la calidad de vida de los ciudadanos.
El jurado, tras efectuar visitas a todos y cada uno de los pueblos aspirantes, tuvo presente la relevancia de las actuaciones que se hacen en ellos para recobrar los patrimonios locales y el ambiente, de esta forma para prosperar la calidad de vida de los vecinos.
Además, se tuvo presente que se hagan pensando tanto en los principios generadores de estos núcleos como en sus futuros desarrollos, provocando espacios públicos con elementos que humanicen las intervenciones y respeten al límite las peculiaridades mucho más resaltadas.
Para escoger como ganador a Cicera se ha considerado su localización en un enclave natural que lo "enmarca de manera singular, y que es uno de sus mayores potenciales". Las intervenciones llevadas a cabo en los últimos años consiguieron que los visitantes se hallen en frente de un núcleo "bien precaución, con realizaciones atinadas y con la meta de llenar un emprendimiento global, que incluye su ambiente".
El jurado ha valorado todos y cada uno de los sacrificios que efectúan las instituciones y los vecinos, que "día a día están subiendo el carácter singular de este pueblo a escenarios altísimos".
Respecto de Barcenilla, el jurado ha señalado que se oculta entre montes y se separa de la carretera que lo determina, formado por pequeñas agrupaciones de viviendas de las que resalta el vecindario de La Iglesia. Las novedosas edificaciones están al filo de la carretera, admitiendo sostener las viejas agrupaciones íntegras.
"Un pueblo vivido que se ha protegido de la presión urbanística de una parte del ayuntamiento, y en el que los vecinos se ven implicados en su cuidado", según afirma.
En la situacion de Valdecilla, "sorprendió singularmente por su fuerte infraestructura como la finca del Marqués de Valdecilla, con un desarrollo de restauración bien interesante y un resultado magnífico. Un esfuerzo en su cuidado inigualable y un emprendimiento que quiere progresar el ambiente que asimismo está realmente bien tratado".
Cicera se aúna este año a un premio que brotó en el año 2005 y desde ese momento se ha entregado de forma ininterrumpida, salvo en 2011 y 2013, a Novales (Alfoz de Lloredo), 2005; Caviedes (Valdáliga), 2006; Puente Viesgo, 2007; Mazcuerras, 2008; Udalla (Ampuero), 2009; Tudes (Vega de Liébana), 2010; Barcenaciones (Reocín), 2012; Villaescusa del Bardal (Campoo de Enmedio), 2014; Cosío en 2016; Mogrovejo en 2017; Esles de Cayón (Santa María de Cayón), 2019; Barriopalacio de Anievas (Anievas), 2019; y Riocorvo (Cartes) el año pasado.