En una mañana de aparente tranquilidad, la Facultad de Medicina de la Universidad de Cantabria (UC) se vio sacudida por una alerta inesperada. El sistema de protección contra incendios saltó en la zona de cocinas, lo que provocó el desalojo de las instalaciones para garantizar la seguridad de alumnos y profesores.
La situación, que tuvo lugar unos minutos antes del mediodía, generó preocupación entre la comunidad universitaria. Ante la posibilidad de un escape de gas, se activaron de inmediato los protocolos de seguridad para prevenir cualquier riesgo.
Los bomberos de Santander respondieron al llamado y realizaron una exhaustiva inspección del edificio. Afortunadamente, tras una hora de incertidumbre, se confirmó que no existía peligro alguno y se restableció la normalidad en el campus, según confirmó la UC.
Desde la Universidad de Cantabria se destacó la importancia de mantener unos protocolos de seguridad rigurosos y preventivos. La prontitud con la que se actuó refleja el compromiso de garantizar el bienestar de todos los miembros de la comunidad universitaria, mientras los técnicos trabajaban para determinar el origen de la alerta, ya sea un escape o una acumulación de monóxido de carbono.
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