En un anuncio significativo, el Gobierno de Cantabria ha revelado este martes los primeros hallazgos de la investigación que se lleva a cabo en los restos del castillo medieval de Puente Viesgo. Dicha investigación ha resultado en el descubrimiento de cerámica de características medievales, varios objetos de metal y material bélico, incluyendo dos puntas de proyectil de flecha, lo que sugiere su uso en conflictos armados.
La presentación de estos hallazgos ha estado a cargo de Eva Guillermina Fernández, directora general de Cultura y Patrimonio Histórico del Gobierno de Cantabria. La investigación comenzó el pasado verano y consistió en un sondeo arqueológico llevado a cabo en la cima del monte Castillo durante los meses de agosto y septiembre, en un esfuerzo por desvelar los secretos de esta enigmática fortificación.
Entre los objetos encontrados se incluyen cerámica medieval, restos de fauna y conchas de ostras, lo que podría aportar información valiosa sobre la vida en esa época. El descubrimiento de las puntas de flecha indica claramente el carácter militar del lugar. También se han identificado dos dinteles de ventana de piedra, que podrían ser parte de las estructuras originales del castillo, incluyendo uno que presenta un diseño de arco ultrasemicircular o de herradura, posiblemente inspirado en el arte prerrománico.
Durante la presentación, Fernández, acompañada por los arqueólogos responsables de la excavación, Javier Marcos y Lino Mantecón, subrayó la gran importancia del Monte Castillo no solo desde una perspectiva paisajística, sino también cultural. Este monte alberga cuevas con arte rupestre que han sido reconocidas como Patrimonio de la Humanidad, lo que añade un nivel adicional de relevancia a la investigación actual.
La directora general ha enfatizado que el trabajo arqueológico es un proceso que requiere de tiempo y dedicación, señalando que cada descubrimiento apropiado exige una atención cuidadosa y sostenida para desvelar insights sobre el pasado.
Los arqueólogos Marcos y Mantecón han destacado que los avances hasta la fecha constituyen una primera aproximación al yacimiento y han indicado que las evidencias científicas sugieren la existencia de un destacado castillo roquero que se extiende por aproximadamente 600 metros cuadrados y que fue desarrollado en varias fases constructivas.
Ambos expertos han mencionado que este yacimiento ha permanecido relativamente ignorado, eclipsado por la notoriedad de las cuevas con arte rupestre paleolítico que se encuentran en el Monte Castillo, y han observado que los restos del castillo de la Alta Edad Media no habían sido objeto de una intervención científica significativa hasta ahora.
Aunque el trabajo de campo concluyó a finales de septiembre, los investigadores se encuentran actualmente en la fase de análisis de laboratorio y recopilación de datos, por lo que no hay aún conclusiones definitivas. Sin embargo, han compartido que las actividades de limpieza y desbroce realizadas han permitido visualizar una fortificación compleja de gran extensión, que conserva muros de hasta dos metros de altura en determinadas áreas.
Los arqueólogos han indicado que es muy probable que el castillo cuente con diversas fases de construcción, ya que la morfología sugiere que se realizó un trabajo considerable para aplanar la cumbre con el objetivo de crear una plataforma artificial, laboriosa e intrincada que requería de un considerable compromiso comunitario. Este esfuerzo se complementa con la edificación de una muralla utilizando sillarejo de piedra arenisca.
En sus reflexiones, los arqueólogos también han subrayado que la geología del Monte Castillo es predominantemente calcárea, lo que implica que la piedra arenisca utilizada probablemente fue transportada desde un kilómetro de distancia hasta la cima, lo que demuestra un esfuerzo significativo en términos de logística y recursos.
Este esfuerzo monumental sugiere que la promoción y la construcción del castillo estuvieron vinculadas a la alta nobleza de la época altomedieval, una indicación de su importancia estratégica y social.
La investigación en curso sobre los restos de esta fortificación tiene como objetivo principal establecer la cronología exacta del castillo; para ello, se han tomado muestras que serán enviadas a un laboratorio especializado para su datación mediante el método de carbono 14. También se han recolectado muestras de mortero-argamasa para estudiar sus características, las cuales también serán sometidas a análisis de laboratorio.
Finalmente, la intervención sobre este castillo está diseñada para integrar este importante sitio arqueológico en el rico patrimonio cultural de la región, junto con las cuevas prehistóricas consideradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y el Centro de Arte Rupestre de Cantabria.
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