Un desafortunado incidente de tráfico ha puesto de manifiesto una vez más la problemática de la conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas, así como la necesidad de mantener sobre la carretera a conductores responsables. Este viernes, un hombre de 57 años se vio involucrado en una colisión que afectó a tres vehículos en el centro de Santander, resultando en un herido que tuvo que ser trasladado a un hospital.

Según la información proporcionada por la Policía Local, el conductor no solo estuvo implicado en el accidente, sino que también superó con creces la tasa de alcohol permitida, además de dar positivo en el consumo de anfetaminas. Esta situación se agravó aún más al descubrirse que el individuo estaba circulando sin un permiso de conducir, ya que se encontraba temporalmente inhabilitado para ello.

El accidente ocurrió en la calle Ernest Lluch alrededor de las 22:50 horas. Tras la colisión, uno de los conductores, de 47 años, sufrió lesiones y tuvo que ser atendido en el Hospital Marqués de Valdecilla. Además, los daños materiales resultantes del choque también fueron significativos, lo que añade una capa más de gravedad a la situación.

Conforme a los informes de la policía, agentes de la Unidad de Atestados acudieron de inmediato al lugar del suceso. Realizaron las pruebas pertinentes al conductor implicado y confirmaron que éste tenía una restricción temporal de su licencia, ordenada por el Juzgado de lo Penal Nº3 de la localidad. Ante esta evidencia, las autoridades decidieron iniciar un expediente administrativo y elaborar las Diligencias Judiciales correspondientes, considerando al conductor un investigado no detenido por dos delitos que atentan contra la seguridad vial: uno por conducir bajo la influencia de alcohol y/o drogas, y otro por transitar con el permiso de conducción suspendido.

Como resultado de su imprudencia, el vehículo del individuo fue retirado del lugar de los hechos por medio de una grúa, siendo trasladado al depósito municipal de Ojaiz, lo que refleja aún más la seriedad de su falta. Este tipo de acciones irresponsables solo contribuyen a aumentar el riesgo en nuestras carreteras y ponen en peligro la vida de otros conductores y peatones.

En un desarrollo relacionado, esta mañana, en la calle Calderón de la Barca, la Policía Local llevó a cabo una nueva prueba de alcoholemia que esta vez involucró a un joven de 23 años que fue detenido cuando circulaba de manera irregular. Los resultados también fueron alarmantes, ya que el joven superó en más del doble la tasa permitida de alcohol en sangre.

Desde el día anterior, la actuación de los agentes ha sido contundente, ya que se han abierto cinco expedientes administrativos adicionales a otros conductores que también dieron positivo en pruebas de alcoholemia. Estas situaciones deberían servir de lección para todos, reafirmando la importancia de respetar las normas de tráfico y la ley para proteger la seguridad de todos en nuestras carreteras.