En una preocupante serie de acontecimientos, la Guardia Civil ha arrestado a un joven de 23 años, residente en Medio Cudeyo, quien se encuentra bajo la sospecha de haber perpetrado robos y daños en ocho cementerios distribuidos por toda Cantabria entre los meses de mayo y julio.

La investigación, que sigue su curso, ha permitido hasta el momento esclarecer la sustracción de más de 60 imágenes y objetos ornamentales de lápidas. Sin embargo, las autoridades no descartan la posibilidad de que el detenido esté involucrado en otros actos delictivos similares, lo cual podría aumentar la gravedad de los cargos en su contra.

Los robos han tenido lugar en cementerios ubicados en varias localidades, incluyendo Beranga (Hazas de Cesto), Entrambasaguas, Anero (Ribamontán al Monte), Obregón, Liaño (Villaescusa), Astillero, Revilla de Camargo (Camargo) y Parbayón (Piélagos), revelando una alarmante tendencia que afecta el respeto a la memoria de aquellos que han partido.

Según la información proporcionada por la Guardia Civil, el principal objetivo del presunto delincuente era la sustracción de objetos metálicos de valor, tales como latón, cobre y acero, que incluían imágenes religiosas, floreros, vasos y soportes de las lápidas. Para llevar a cabo estos actos, se ocasionaron daños significativos en numerosos sepulcros, una falta de respeto que ha indignado a la comunidad.

El modus operandi del sospechoso era consistente, ya que accedía a los cementerios durante la noche, en ocasiones forzando las puertas de entrada para realizar sus actividades delictivas sin ser detectado.

La pesquisa policial condujo a los agentes hasta este joven, quien se desplazaba a las localidades cercanas en transporte público, lo que sugiere un cierto grado de planificación en sus acciones delictivas.

Además, se ha constatado que el arrestado ha vendido objetos metálicos en fechas que coinciden con algunos de los mencionados robos, estableciendo así un vínculo directo entre el detenido y las actividades ilícitas que se investigan.

Con base en la recopilación de estos datos y otros elementos de prueba, la Guardia Civil procedió a la detención del joven el pasado lunes, un paso que representa un avance en la lucha contra este tipo de delitos que atentan contra la memoria y el respeto por los difuntos.