Un informe pericial elaborado por la Policía Judicial indica que el acusado del doble crimen de Liaño permaneció toda la noche en la vivienda donde se produjeron los hechos. Los datos de geolocalización de los teléfonos móviles del sospechoso y de la víctima durante las mismas horas y en el mismo lugar donde se encontraron los cuerpos, proporcionan nuevas pruebas que desacreditan la versión del único sospechoso. José R., que se ha declarado inocente, ha sido acusado de matar a su expareja y al bebé de ambos hace un año y medio.

El informe pericial fue elaborado a partir de información telefónica aportada por las compañías telefónicas. Los datos han sido registrados en diferentes repetidores y antenas de telefonía de la zona. Los investigadores creen que los hechos se produjeron en la vivienda de la localidad cántabra de Villaescusa, donde la mujer y su hija de once meses fueron encontradas sin vida.

José R. ha mantenido su inocencia en todo momento, aunque la geolocalización del teléfono móvil del sospechoso desmiente su versión. El informe pericial muestra que permaneció en la vivienda durante toda la noche, lo que también contradice su testimonio. Los desplazamientos posteriores de José R. indican que se fue de la casa alrededor de las seis de la mañana del día siguiente al crimen.

El hombre fue detenido horas después del hallazgo de los cuerpos. Fue enviado a prisión provisionalmente, como presunto autor de la muerte de su pareja y la niña de ambos. Al parecer, la víctima había llamado a la Guardia Civil porque el sospechoso estaba en su domicilio, en contra de lo estipulado por la orden de alejamiento que tenía sobre ella.

Desde su detención, José R. ha negado su implicación en el doble crimen, pero tras pasar a disposición judicial, se decretó prisión provisional sin fianza. Fue enviado a la cárcel de El Dueso, en Santoña, aunque después se le trasladó a la de Dueñas, en Palencia.

La causa está siendo instruida por el titular del Juzgado de Violencia de Género sobre la Mujer número 1 de Santander. La Guardia Civil ha abierto una investigación interna y ha sancionado a los tres agentes que intervinieron en el suceso, incluyendo un sargento.