TORRELAVEGA, 15 Ago.
El alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada, cumplió este domingo con la tradición y entregó su bastón de mando de la región a la Virgen Grande, que de forma simbólica va a ser la máxima autoridad hasta el desenlace de las fiestas patronales de la ciudad.
Un acto que sucedió al término de la misa en honor de la Patrona de Torrelavega en la Iglesia de San José Obrero y la procesión de la Virgen por las calles de la región.
Los actos religiosos contaron con la asistencia del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; la práctica integridad de la Empresa; los miembros del congreso de los diputados nacionales José María Mazón y Diego Movellán; los consejeros de Presidencia, Paula Fernández Viaña; y de Industria y Turismo, Javier López Marcano; miembros del congreso de los diputados del Parlamento de Cantabria; los máximos representes de la Policía Nacional y Local, y cientos de torrelaveguenses que, tras múltiples años de limitaciones, atestaron el templo para honrar a la Virgen Grande.
La misa estuvo oficiada por el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, al lado de los párrocos de Torrelavega, incluyendo el de la Iglesia de San José Obrero.
Tras la misa, a su salida a la Plaza Baldomero Iglesias, la Virgen fue recibida por la Banda Municipal de Música y los Picayos de Tanos, que bailaron en su honor y se sumaron a la comitiva, encabezada por las autoridades religiosas y políticas, que recorrió las calles de Torrelavega entre aplausos del público.
Al llegar a la Iglesia de la Asunción, la Virgen Grande fue recibida por el párroco y los feligreses. Desde una ventana, una muchacha cantó el Ave María y tras un rezo la Virgen reanudó el sendero hasta la Iglesia de San José Obrero.
Tras ser recibida por el Coro Ronda Garcilaso con 'Canciones de Torrelavega', ahora dentro del templo sucedió el clásico acto de distribución del bastón de mando de la región por la parte del alcalde.
Cerró el acto el párroco de San José Obrero, que agradeció a López Estrada cumplir la tradición y deseó a todos unas contentos fiestas y chilló vivas a la Virgen Grande y a Torrelavega.