SANTANDER, 26 Ago.
El osezno 'Martín', salvado el mes pasado de mayo en el ayuntamiento leonés de Igüeña, evoluciona de manera "conveniente" en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cantabria, a donde fue movido, y va a poder regresar "próximamente" al Centro de Recuperación de Especies de Valsemana, en la provincia de León.
Así lo ha adelantado el asesor de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente de Cantabria, Guillermo Blanco, a lo largo de la visita que hizo al centro de Villaescusa para revisar la evolución del osezno, que va cumplir 9 meses, y felicitar a sus trabajadores por el "magnífico trabajo" efectuado a fin de que el animal se haya podido recobrar de sus lesiones en "un poco tiempo".
Para Blanco, esta rápida restauración viene a avalar "el enorme valor y herramienta" de este centro, que trabaja "intensamente" en la restauración de la fauna salvaje, tal como la "calidad, trabajo y experiencia" de sus trabajadores.
El osezno fue encontrado por un especial en Igüeña, desecado y en estado crítico, y continuó ingresado en un inicio en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres de la Junta de Castilla y León, en Valladolid.
Hace un par de meses fue movido a Cantabria para comenzar la segunda etapa de cuidados en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de la Consejería de Medio Ambiente, donde se le intentó con la meta de que logre ser liberado con garantías en el medio natural.
Para ello, ha continuado en unas instalaciones singularmente diseñadas para esta clase de tratamientos en los que se impide el contacto con humanos, en un ámbito controlado y haciendo un rastreo completo para garantizar su avance de forma habitual en condiciones de mínima intervención humana.
Completamente naturalizadas, simulando el ámbito de un bosque cantábrico, las instalaciones cuentan, además de esto, con un hospital pertrechado para efectuar pruebas diagnósticas y de régimen, y un aparato veterinario experto en el manejo de animales silvestres.
Según explicó la veterinaria encargada del Centro, Malena Fallos, la evolución del animal fué muy efectiva, puesto que ingresó en "estado de shock y con bajísimo peso"; tras su restauración, el propósito es volverlo a mandar a Castilla y León para hacerlo, en una etapa de preadaptación anterior a su liberación.
El enriquecimiento ambiental fué "clave" para el avance cognitivo del ejemplar, de este modo para incitar en él sus hábitos naturales de juego y exploración del ambiente. A todo ello hay que añadir una nutrición a partir de fruta, frutos secos y carne de cérvido, los alimentos que el osezno hallará más adelante en el medio natural.
Durante este tiempo en Cantabria el osezno ha recuperado el peso bastante para pasar a la próxima etapa de su desarrollo de regreso a la naturaleza, alcanzando los 24 kilogramos desde los solamente 4 que pesaba en el momento en que fue encontrado en León.
Una vez que abandone Cantabria, está sosprechado que el osezno continúe otros un par de meses en las instalaciones de Valsemana antes de ser liberado. Allí va a vivir en condiciones de semilibertad, siguiendo las vivencias de las oseznas 'Saba' y 'Éndriga' que, tras su paso por el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cantabria, fueron reintroducidas con éxito en el medio natural.
Se trata del quinto osezno que pasa por las instalaciones de Villaescusa una vez que otros 4 ejemplares que proceden de Asturias y Castilla y León hayan sido tratados en este centro, fruto de la colaboración entre las tres comunidades en temas de restauración y rehabilitación de especies de fauna silvestre.
Además del recinto en el que se alberga el osezno, el asesor ha visitado al resto de animales que están hoy en día en el centro, entre aquéllas que resalta un ejemplar de águila real, el primero que pasa por estas instalaciones del Gobierno de Cantabria para volver como estaba de sus lesiones.
Su ingreso se causó en la época de esta semana, en el momento en que una ciudadana de Cahecho, en Cabezón de Liébana, dio aviso a los agentes del Medio Natural al hallarlo inmóvil en su propiedad.
A su llegada al centro, el animal presentaba un cuadro de desnutrición, anemia y deshidratación severa, y es tratado por los expertos, evolucionando de forma conveniente a lo largo de las primeras horas, pese a la gravedad de su estado.
Su restauración en el centro contribuirá a la conservación de la población de águila real de Cantabria, hoy día dentro por 8 parejas.
Blanco ha recordado que en las instalaciones de Villaescusa, que se convirtieron en un líder para otras comunidades por el manejo de los animales para su regreso a la naturaleza, se efectúan diferentes fases de opinión y régimen, desde los primeros cuidados, cirugía, pruebas diagnósticas y de laboratorio, hasta la hospitalización, rehabilitación y puesta en independencia, pasando por cuidados destacables, postoperatorios o cuarentenas, en caso preciso.
El Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de Cantabria intentó este año a un total 515 animales heridos, un número que se prevé pase a la del pasado año que fue de cerca de 600, en tanto que todos los años incrementan los capital de los animales a los que da asistencia.