Crónica Cantabria.

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Estudiantes del IES Nueve Valles crean un satélite en desafío de la Agencia Espacial Europea.

Estudiantes del IES Nueve Valles crean un satélite en desafío de la Agencia Espacial Europea.

En Santander, un grupo de estudiantes de cuarto de la ESO del IES Nueve Valles en Reocín se encuentra participando en un emocionante desafío de la Agencia Espacial Europea (ESA). Su tarea consiste en construir y programar un pequeño satélite artificial con todas las funcionalidades de uno real.

Este equipo, conocido como 'Los abuelos galácticos', forma parte del Desafío CANSAT de la ESA. Esta competencia abarca desde la planificación y ejecución de un proyecto completo de ingeniería aeronáutica hasta la realización de pruebas, análisis científico de los datos obtenidos y elaboración de informes detallados.

La misión de estos estudiantes implica la construcción de un mini satélite artificial del tamaño de una lata de refrescos. Este dispositivo estará equipado con sensores para recolectar datos que permitirán cumplir tanto con la misión principal de medir la presión atmosférica y la temperatura cada segundo, como con la misión secundaria, un proyecto científico elegido por los propios alumnos.

El satélite creado por estos estudiantes llevará a cabo mediciones de humedad, temperatura, presión atmosférica y altitud, entre otros parámetros. Además, estará equipado con un GPS que proporcionará información sobre su posición en tiempo real, mostrando los valores de latitud y longitud a través de un monitor serial.

Para la transmisión y recepción de estos datos, el sistema incluirá un módulo de radio APC220 tanto en el satélite como en la estación terrestre. Además, con el objetivo de aumentar la ganancia y lograr la recepción de datos a largas distancias, los estudiantes han construido una antena Yagi casera utilizando materiales como varillas metálicas, perfil de aluminio y cable coaxial.

Durante el descenso, el satélite desplegará un sistema de recuperación que incluye un paracaídas unido a una carcasa impresa en 3D. Los alumnos han diseñado y construido dos tipos de paracaídas, uno semiesférico y otro octogonal, para probar su efectividad.

Tras el lanzamiento, los estudiantes deberán realizar un estudio científico completo basado en los datos recolectados. Este estudio reflejará los avances técnicos, el valor científico del experimento y las habilidades profesionales adquiridas durante el proceso.

El grupo de alumnos trabajará en un estudio científico en el marco de la misión secundaria, el cual se centrará en los efectos de los cambios de altitud en la salud de las plantas. Considerarán la posibilidad de diseñar jardines y huertos verticales en las ciudades, así como fachadas verdes en edificios como estrategias para combatir el smog y el cambio climático.

Aunque es la primera vez que participan en este desafío, los alumnos tienen como meta lanzar su satélite el próximo mes de junio, demostrando su entusiasmo y dedicación por la ciencia y la exploración espacial.