La situación de la negociación salarial para los docentes cántabros continúa sin avances significativos. En la última reunión entre la Consejería de Educación y la Junta de Personal Docente, que tuvo lugar este miércoles, los representantes de los sindicatos señalaron que las conversaciones se encuentran estancadas, lo que plantea interrogantes sobre la efectividad de estos diálogos.

El consejero de Educación, Sergio Silva, del Partido Popular, ha manifestado su compromiso de buscar una solución. No obstante, también ha resaltado una actitud evasiva por parte de los sindicatos en respuesta a cuestiones planteadas durante la discusión. Esta situación deja entrever una falta de disposición para llegar a un consenso, algo que es clave para avanzar en el proceso.

A pesar de los intentos por parte del Gobierno, las posturas siguen distantes, con poco progreso desde el último encuentro. Jesús San Emeterio, portavoz de UGT, afirmó que la Consejería posee las herramientas necesarias para cerrar el pacto, el cual es alcanzable si el Ejecutivo muestra voluntad para ello.

Silva informó que, durante el diálogo, ni los sindicatos como ANPE, STEC, CCOO, TU ni UGT estuvieron dispuestos a aceptar un principio de acuerdo basado en la propuesta del Gobierno que se había compartido previamente. Esta propuesta contemplaba un incremento salarial significativo, pero no logró captar el apoyo de los sindicatos presentes en la mesa.

En términos de aumento salarial, el Gobierno ofrecía una subida lineal de 180,23 euros mensuales, extendida a lo largo de cinco años, además de un adicional relacionado con la formación permanente. Sin embargo, los sindicatos han calificado esta oferta de inaceptable, poniendo de relieve que no se satisfacen las expectativas que se han planteado.

Los sindicalistas argumentan que hay discrepancias y puntos cruciales que aún no se han abordado, como la necesidad de ajustar las cantidades al índice de precios al consumo (IPC) durante el periodo del acuerdo. Este asunto es considerado prioritario por los representantes docentes, que abogan por un esfuerzo inversor adicional por parte del Gobierno para concretar sus demandas.

La jornada finalizó sin fijar una nueva fecha para futuras reuniones, lo que añade incertidumbre al proceso. Silva, a preguntas de la prensa, defendió la realización de encuentros en julio, argumentando que este mes es operativo para llevar a cabo dichas negociaciones.

Además, el consejero respondió a las críticas sobre la vinculación del acuerdo a la disponibilidad presupuestaria, enfatizando que es fundamental actuar con responsabilidad respecto a la gestión de los recursos públicos. Tal enfoque, según él, no busca obstaculizar, sino garantizar un manejo sensato y realista de las proyecciones financieras a largo plazo.

Silva concluyó que la propuesta actual del Gobierno es razonable y refleja una disposición favorable a la negociación, a pesar de las dificultades que se han encontrado en el camino hacia un acuerdo final.