Crónica Cantabria.

Crónica Cantabria.

Hombre condenado a prisión por abusar de amiga con la que compartía habitación.

Hombre condenado a prisión por abusar de amiga con la que compartía habitación.

La Audiencia Provincial de Cantabria ha emitido un veredicto condenando a un individuo a cuatro años de prisión por llevar a cabo un acto de penetración contra la voluntad de una amiga con la que se encontraba esa noche.

Este veredicto, que aún no es definitivo ya que el acusado ha apelado ante la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, considera al acusado culpable de un delito de abuso sexual con penetración.

Además de la pena de prisión, se le prohíbe interactuar con la joven durante seis años, se le inhabilita para trabajar con menores durante una década, y se le ordena pagar una indemnización de 8.400 euros por los daños morales sufridos por la víctima, que ha sido diagnosticada con un caso leve de estrés postraumático.

Los hechos, tal como han sido probados durante el juicio, indican que el acusado y la joven se encontraron en la residencia del acusado después de haber tenido encuentros previos en distintos lugares. Permanecieron en la habitación del acusado durante un par de horas, dialogando y besándose, y la joven accedió a pasar la noche con él, dejando claro que no quería tener relaciones sexuales.

A pesar de esto, en un momento dado el acusado presionó a la joven para mantener relaciones sexuales, a lo que ella volvió a negarse. Él la agarró de la mano y trató de colocarla sobre su pene, pero ella se resistió. La joven decidió quitarse los pantalones con la intención de dormir, momento en que el acusado la giró bruscamente, se colocó encima de ella e la penetró, hasta que ella logró empujarlo y confrontarlo por su comportamiento.

El tribunal resalta que el hecho de que previamente la joven se hubiera besado y acariciado con el acusado de manera consentida, no lo autoriza ni justifica la coacción para tener relaciones sexuales en contra de su voluntad.

La sentencia destaca que existen pruebas suficientes para demostrar la culpabilidad del acusado y rebatir su presunción de inocencia. El relato coherente y convincente de la joven, respaldado por evidencias periféricas como los mensajes de audio enviados a una amiga y otros testimonios, ha sido considerado creíble por el tribunal.

Según los informes forenses y psicológicos presentados durante el juicio, se ha corroborado el estado emocional negativo experimentado por la joven después del incidente, confirmando su vivencia de un encuentro no deseado.

En conclusión, la sala de la Audiencia está convencida más allá de cualquier duda razonable de que el acusado violó a la mujer esa noche, en contra de su voluntad expresa, y que su conducta fue inaceptable.