Descienden las emergencias por cocaína, pero incrementa la demanda por adicción
SANTANDER, 17 Sep.
Sanidad ha visto un incremento incesante de la atención sanitaria -tanto en emergencias como en la demanda de intervención terapéutica por adicción- por consumo de cannabis, que es la substancia ilegal mucho más consumida en Cantabria y la que mucho más inconvenientes hace en la población joven.
Además, es la substancia adictiva con un principio de consumo mucho más temprano, a los 16,7 años de media entre aquéllos que empiezan régimen, y es, en su mayor parte, población joven la que asiste a los centros de atención. De hecho, el 62% de los que piden asistencia jamás recibieron régimen previo por ninguna substancia.
Esta pertence a las primordiales conclusiones que quita la Consejería de Sanidad del análisis de los indicadores que constituyen el Sistema de Información de Adicciones del año pasado, cotejados con los datos de la encuesta nacional. Para realizar el informe se contrastan los datos de admisión a régimen por consumo de substancias u otras formas de proceder adictivas, las atenciones en emergencias y la mortalidad por reacción desfavorable tras el consumo.
Según refiere el informe, el año 2021 es el de la vuelta a la normalidad tanto en lo relativo a la petición de admisión para el régimen por consumo de substancias u otras adicciones comportamentales como en la atención de emergencias por inconvenientes derivados del abuso de substancias.
Según todos y cada uno de los indicadores, el alcohol es la substancia que mucho más consume la población cantabria y que con una mayor frecuencia hace aparición socia al consumo de otras substancias. Así, los datos patentizan un consumo de alcohol en contextos de ocio y, frecuentemente, acompañado de otras substancias.
El alcohol es, además de esto, la substancia que mucho más modificaciones hace en la atención en emergencias, tanto por abuso, esencialmente intoxicaciones, como por dependencia al mismo, superando aun a las benzodiacepinas. En las emergencias por alcohol son usuales las intoxicaciones etílicas, los traumatismos y los trastornos digestibles.
Además de ser la substancia que mucho más se consume y que mucho más emergencias genera, el alcohol pertence a las substancias que mucho más comienzos de régimen induce, solo superada por la cocaína. Además, actúa como coadyuvante en el consumo de otras substancias.
Respecto a los hipnosedantes, el abuso o dependencia de benzodiacepinas tiene poquísimo peso en los principios de régimen, pero sí en los capítulos de emergencias, puesto que prosigue el incremento causado por el consumo no médico de estas substancias, en su mayor parte por mujeres jóvenes, con una edad media de 38,6 años. De hecho, concluye el informe, en las emergencias son las substancias legales, más que nada alcohol y benzodiacepinas, las que mayor demanda de atención necesitan.
En 2021 han descendido los intentos autolíticos con benzodiacepinas y los tratamientos por adicción a exactamente las mismas son prácticamente inexistentes.
incrementa la demanda por ADICCIÓN A LA COCAÍNA
En cuanto a la cocaína, es la cuarta substancia que con mucho más continuidad deriva en urgencia, tras las benzodiacepinas, el cannabis y el alcohol. Sin embargo, su atención en emergencias ha descendido, adjuntado con los opioides y las anfetaminas.
Aun de esta manera, es la substancia que mucho más principios de tratamientos nuevos produjo en 2021, tanto entre aquéllos que solicitan asistencia por vez primera como en esos que recibieron régimen previo por adicción.
Entre los aceptados a régimen, la mayor parte son hombres y un 15% mujeres, en tanto que es, después de los opioides, la substancia con menos féminas adeptas. Por otro lado, el 51% de los hombres aceptados a régimen es por cocaína, y mucho más de media parta de los aceptados trabajan y viven en familia.
Asimismo, el informe resalta que los opioides, más que nada la heroína, pierden peso en la atención a las adicciones, salvo en la situacion de muerte por reacción aguda a substancia psicoactiva, donde prosiguen presentes.
En el área de adicciones sin substancia, el 71% de la gente que empiezan régimen es por juego de apuestas, más que nada en línea o mixto (presencial y en línea), en su mayor parte hombres, puesto que solo un 20% son mujeres. Según se desprende de los datos de 2021, la media de edad de comienzo del juego es de 26,7 años y, en la mayoría de los casos, se tardan diez años en soliciar asistencia. Además, un 8% de los que comienzan régimen son alumnos.
En relación al trastorno por juegos para videoconsolas, incluido por la OMS el mes pasado de febrero en su clasificación de anomalías de la salud, la gente que comenzaron régimen en 2021 en Cantabria muestran, más que nada, problemas médicos o autocuidado y/o inconvenientes familiares. Un 15% expresan asimismo adversidades con amigos y con los estudios.
La media de comienzo en los juegos para videoconsolas en los menores que muestran algún trastorno es de 12 años, más allá de que se tarda unos cinco años en pedir asistencia. El inconveniente de los juegos para videoconsolas, cuyo empleo inapropiado crea nosologías, perjudica a una población muy joven y escolarizada, con lo que Sanidad advierte que es primordial la prevención de la dependencia desde exactamente el mismo instante el que se aprecia la menor manifestación de empleo inapropiado.