La primera operación salida del verano en Cantabria comenzará este viernes a las 15 horas, según la Dirección General de Tráfico (DGT). Se estima que habrá más de 1,42 millones de desplazamientos a lo largo de este verano en la región, con 685.000 en julio y 789.000 en agosto.
En estos tres días, se esperan alrededor de 72.000 desplazamientos por las principales vías de comunicación de Cantabria. José Miguel Tolosa, jefe provincial de Tráfico, ha informado que las carreteras más transitadas serán la A-8, la A-67, la S-10 y la S-30, especialmente durante el viernes por la tarde, el sábado por la mañana y el domingo por la tarde.
Las zonas más conflictivas serán cerca de Torrelavega, en la intersección entre la A-67 y la A-8, y en esta última vía entre Laredo y el límite con el País Vasco, donde se restringe la circulación de vehículos de más de 7.500 kilos en ciertos horarios durante los fines de semana del verano.
La DGT ha establecido cuatro operaciones especiales para hacer frente al aumento de la movilidad y la tendencia de los ciudadanos a tomar vacaciones cortas a lo largo del verano. Además, se implementarán medidas de regulación y vigilancia del tráfico todos los fines de semana durante este período estival.
Para llevar a cabo estas medidas en las carreteras interurbanas, el Sector de Tráfico de la Guardia Civil desplegará a 180 agentes, con la colaboración de las policías locales de los diferentes municipios en las carreteras urbanas.
En Cantabria hay 10 radares en funcionamiento, uno de ellos en la N-629 entre Limpias y Ampuero, y tres cámaras de control de móvil y cinturón de seguridad, dos en la A-67 y una en la A-8.
También se llevarán a cabo tres campañas especiales para intensificar el control de la velocidad (del 10 al 16 de julio) y el consumo de alcohol y otras drogas (del 14 al 20 de agosto), así como hacer hincapié en la seguridad de los desplazamientos en moto durante el fin de semana del 9 y 10 de septiembre.
Una novedad este verano es que, a partir del 1 de julio, ya no será obligatorio usar los triángulos de preseñalización de peligro en autopistas y autovías en caso de accidente o avería. Sin embargo, su uso seguirá siendo obligatorio en vías convencionales.
La DGT ha publicado una instrucción en la que se explica esta excepción, que se debe al alto número de fallecidos en vías de alta capacidad en los últimos años y a las condiciones de circulación en autopistas y autovías, donde hay mucho tráfico y altas velocidades.
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