SANTANDER, 29 Jun.
La Fiscalía ha incrementado hasta los 14 y 9 años de prisión su solicitud de penas para los 2 acusados de formar parte en la violación grupal a una menor de 16 años en las fiestas de Revilla de Camargo en 2015, al utilizar la agravante de género en el delito de agresión sexual que les imputa y por el que solicitaba en un inicio 13 y 7 años, respectivamente.
De esta forma, la pena de 14 años para el acusado de traspasar analmente a la víctima coincide con la que había pedido la acusación especial, que, por su lado, ha cambiado la pena de diez a 9 años para el segundo (acusado de cooperador preciso), mencionando a un fallo en la determinación inicial.
Así lo pusieron de manifiesto las partes en la segunda y última sesión del juicio contra los acusados, de nacionalidad marroquí, festejado en la Audiencia Provincial de Cantabria, y en el que se ha juzgado a 2 de los tres hombres que habrían participado en la violación, puesto que el tercero no está reconocido.
Durante las conclusiones, la fiscal ha considerado que "no existe ninguna duda de que la agresión sexual ocurrió", mentando los signos de crueldad que mostraba la víctima en brazos y piernas, tal como las muestras de semen encontradas en el hisopo anal que examinaron los médicos forenses, y que tenía una "coincidencia muy alta" con el primordial acusado, según explicaron a lo largo de su intervención.
"No se lo inventó", dijo la gerente del Ministerio Público, quién ha opinado que el acusado de violar a la joven "no fue suficientemente listo y se lo contó con datos a su compañero de celda" introduciendo al segundo acusado en el relato. Además ha apuntado que la víctima, que recibió atención sicológica, "en ningún caso ha negado hechos que podrían perjudicarla", como el consumo de alcohol, canutos, o los insultos con los que respondió a los atacantes.
La letrada de la acusación especial ha subrayado que la chavala "reconoció a los atacantes tras los hechos, y a lo largo de los reconocimientos apuntó que eran marroquíes", y ha señalado que la prueba de ADN no deja rincón a inquietudes.
Sin embargo, los abogados defensores piensan que los razonamientos de la acusación tienen "multitud de contradicciones" y no están según con las penas.
Uno de ellos cree que las lesiones en los brazos son compatibles con las sujeciones que realizó la Guardia Civil al intentar aliviar a la víctima, y que, si bien "no se niega que hubiera una violación", no hay pruebas de que su cliente estuviera implicado (el acusado de cooperador preciso).
Mientras, el otro letrado opina que el preso que cooperó con el jefe del servicio carcelario es "un mentiroso" y que "todo es inventado" por el hecho de que su compañero de celda no deseó casarse con él para hallar los papeles.
La día de este martes ha contado con el testimonio del padre de la chavala, quien indicó que "muchas personas" le mencionó que los acusados, a quiénes ha insultado en múltiples oportunidades a lo largo de su intervención, eran de una vivienda de acogida de menores de Maliaño, si bien él logró "ni caso hasta el momento en que no se averiguase". "Y ya les tengo aquí detrás a estos 2 mierdas", ha manifestado en tono amenazante.
También ha señalado que el día que sucedieron los hechos recibió una llamada de Comisaría para asistir a agarrar a su hija, que "se encontraba muy modificada".
Por su parte, una vieja amiga de la hermana de la supuesta víctima ha proclamado que el día de las fiestas de Revilla fue al baño y al regresar se halló a la menor "tirada en el suelo y llorando" y le mencionó que la habían violado "extranjeros, marroquíes", con lo que fueron "directas a decírselo a la Policía".
Al respecto, la defensa de entre los acusados ha matizado que en el momento en que esta chavala declaró frente a la Guardia Civil el 16 de julio de 2015, señaló que la supuesta víctima le mencionó que los hombres que la habían agredido eran "negros" y no marroquíes, algo que dijo no rememorar pues pasaron "mucho más de seis años".
También han testificado múltiples agentes de la Guardia Civil, uno la mujer que tomó declaración a la menor el día de la supuesta violación, quien ha asegurado que la muchacha se encontraba "muy modificada" pero respondía "a la perfección" a las cuestiones.
Esta agente asimismo estuvo en entre los reconocimientos fotográficos, donde la presunta víctima, al lado de su hermana, reconoció al primordial sospechoso, pero no al segundo, por el hecho de que, a juicio de la declarante "se le mostró una fotografía de hoy" de 2021, y no de 2015.
A su vez, el jefe del servicio del Centro Penitenciario De Mansilla De Las Mulas, en León, donde estaba el primordial acusado y su compañero de celda (quien le delató tras oír su crónica), ha asegurado que sostuvo múltiples asambleas con este último en las que le contó lo que le había dicho el procesado, pues "no le agradaban los violadores ni los asesinos".
Por otro lado, una trabajadora popular ha aceptado que los dos presos asistieron a ella con el propósito de "conseguir información para casarse" y de esta forma hallar los papeles, algo que el preso que cooperó con el jefe del servicio negó ayer.
En la última una parte del juicio, los dos encausados volvieron a proteger su inocencia: "No lo he hecho, jamás le he hecho nada a una mujer", "No es justo que vaya a la prisión y mis hijos se críen solos" expresó el acusado de colaborar en la violación. Por su parte, el que presuntamente penetró a la muchacha ha opinado que "no es justo" que esté en prisión pues "nunca" ha tocado a la chavala.