El paso de la borrasca 'Aline' por Cantabria ha dejado fuertes olas y vientos en la región, generando un centenar de incidencias que, afortunadamente, no revisten gravedad.
Ante este temporal, se ha reforzado el personal del Centro de Atención a Emergencias del 112 en todos los turnos.
En el periodo de 7:00 a 19:00 horas, se registraron un total de 204 llamadas y se gestionaron 103 incidencias, en su mayoría relacionadas con la caída de ramas y árboles, desprendimientos y daños en infraestructuras urbanas.
La boya Augusto González de Linares (AGL), en Santander, registró una ola de casi 20 metros de altura en altamar a las 10:00 horas. Aunque no se alcanzó esa altura durante el resto del día, las olas siguieron siendo significativas, superando en varias ocasiones los 15 metros.
En cuanto a las rachas de viento, Tresviso registró la sexta racha más fuerte del país, alcanzando los 107 kilómetros por hora. Santander también se encontró entre las diez zonas más afectadas, con rachas de 100 km/h.
El litoral cántabro pasó del aviso rojo (riesgo extremo) por fenómenos costeros adversos a nivel naranja, que se mantendrá hasta las 15:00 horas de mañana sábado, para luego descender a amarillo.
En resumen, la borrasca 'Aline' ha dejado su huella en Cantabria con olas impresionantes y fuertes vientos, pero gracias a la rápida respuesta del Centro de Atención a Emergencias, se han atendido las incidencias sin que se hayan presentado situaciones de gravedad. Se espera que las condiciones climáticas mejoren en los próximos días, permitiendo así la reapertura de lugares turísticos como el Teleférico de Fuente Dé.