El escritor Miguel Ángel Hernández ha afirmado que el arte es fundamental para mantener vivo el recuerdo de los que ya no están. Según el autor, ya sea a través de imágenes, fotografías, cuadros o simplemente palabras, la memoria nos permite comunicarnos con los muertos. Estas declaraciones las hizo durante una rueda de prensa en Santander, donde presentará su última novela "Anoxia". En esta obra, Hernández explora la muerte y el poder de las imágenes, especialmente las fotos post mortem, para sanar heridas.
Hernández explica que el uso de fotografías de difuntos era común en el siglo XIX, pero ha vuelto a circular recientemente debido a la pandemia. Muchas personas han muerto solas y otras no han podido enterrar a sus seres queridos, por lo que estas fotografías ayudan a cerrar el duelo y a honrar la memoria de quienes se han ido.
"Anoxia", la novela de Hernández, explora la posibilidad de recuperar y naturalizar la fotografía post mortem. El autor sostiene que es importante tener una última imagen de aquellos que ya no están con nosotros. Esta es la cuarta novela de Hernández, quien sostiene que el arte, ya sea a través de imágenes, fotografías, cuadros o incluso palabras, nos permite dar una segunda vida a quienes se han ido.
Hernández también aborda el tema de la fotografía y su relación con la memoria. Afirma que las imágenes han dejado de ser un medio para conservar recuerdos y se han convertido en un medio de actualidad. Sin embargo, insiste en que las imágenes siguen siendo importantes, ya que algunas nos sanan y otras nos generan rabia y movilización. Para Hernández, la inteligencia artificial no puede reemplazar por completo la memoria humana.
"Anoxia" también analiza el desastre ecológico del Mar Menor, que ha sido causado por la explotación turística y la agricultura extensiva. Hernández critica al capitalismo por convertir la naturaleza en un almacén de recursos y por minar la fauna y el ecosistema del Mar Menor. Según el autor, es necesario cambiar el sistema agrícola y turístico para revertir el daño y volver a un enfoque más humano en la explotación de la tierra.