Numerosas autoridades religiosas, civiles y militares han asistido al acto de apertura de la Puerta del Perdón del Monasterio de Santo Toribio de Liébana
El evento marca el inicio del 74 Año Jubilar Lebaniego al que han asistido cerca de 3.000 personas en vivo
Las campanas han empezado a tocar alrededor de las 12.10 de este domingo cuando las autoridades junto a los integrantes de la Cofradía de la Santísima Cruz han comenzado la procesión hacia la Puerta del Perdón
Los fieles se han reunido en la entrada del templo para asistir a la ceremonia religiosa
El obispo de Santander, monseñor Manuel Sánchez Monge, ha dirigido un saludo y una oración a los fieles
José Miguel Dorronsoro, vicario provincial de los Padres Franciscanos, ha leído el rescripto de la Sagrada Penitenciaría Apostólica (1967) concediendo la indulgencia plenaria a los fieles que visiten devotamente el santuario de la Santa Cruz
A las 12.20 el obispo ha declarado inaugurado el Año Jubilar Lebaniego
La ceremonia ha continuado con la Misa del Peregrino, presidida por la reliquia del Lignum Crucis
Las autoridades civiles y militares, así como varias autoridades eclesiásticas, incluyendo obispos de otras diócesis, han asistido a la ceremonia
Tras la eucaristía, los actos religiosos han finalizado con la adoración de la Santa Cruz por parte de los peregrinos que se han acercado hoy al Monasterio de Santo Toribio
Se ha hecho una colecta que irá destinada a ayudar a los cristianos de Alepo, en Siria, y al proyecto pastoral que realiza Pastoral Penitenciaria en la prisión del Dueso, en Santoña
El Gobierno de Cantabria ha organizado una serie de actividades culturales para poner en valor la importancia histórica, social, política y religiosa de la región por este acontecimiento que se desarrollará hasta el 16 de abril de 2024
El monasterio franciscano de Santo Toribio de Liébana guarda desde la Edad Media el 'Lignum Crucis', una reliquia venerada como el mayor fragmento conservado de la cruz de Cristo
El monasterio pudo obtener en 1512 del Papa Julio II la prerrogativa papal para otorgar a los fieles la indulgencia plenaria de los pecados durante la semana siguiente a la fiesta de su patrón, un privilegio que después se amplió a todo un año y lo iguala a los años jubilares de Santiago de Compostela, Roma y Jerusalén