• martes 21 de marzo del 2023

Renfe acuerda con CAF una solución para los trenes de Cantabria pero retrasará hasta tres años la operativa

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Forzará a mudar el contrato y las reglas españolas de seguridad ferroviaria

MADRID, 3 Feb.

Renfe alcanzó un convenio con CAF, Adif y la Agencia de Seguridad Ferroviaria (AESF) para desatascar el inconveniente con los gálibos de los recientes trenes de ancho métrico premeditados a los servicios de cercanías y media distancia de Cantabria primordialmente, pero asimismo para Asturias, País Vasco, Galicia, Castilla y León y Murcia.

Aunque ninguna de las partes confirmó el período de tiempo que acarreará solucionar este inconveniente, se calcula que la construcción de los trenes que todavía no se pudieron crear se demora cerca de tres años, y todavía falta reparar ciertos trámites a fin de que la solución pactada logre hacerse.

En preciso, la AESF debe autorizar la app de un procedimiento que no recopila la normativa de españa pero sí la europea, y desarrollar sus métodos, conforme han informado a Europa Press en fuentes de Renfe. Se trata del llamado 'procedimiento comparativo', consistente en la utilización de un tren que hoy día circula por las líneas como referencia para los nuevos trenes, que Renfe aportará.

CAF asimismo deberá contratar una compañía experta en la app de este procedimiento y el contrato entre Renfe y la compañía deberá ser cambiado para ingresar un rastreo del emprendimiento con ese tren de referencia. Por su parte, Adif asimismo deberá dar los datos de caracterización de la infraestructura y comprometerse a sostenerla en exactamente los mismos factores.

El origen del inconveniente está en los gálibos publicados en la declaración sobre la red de Adif, que Renfe usó para detallar las peculiaridades técnicas de los recientes trenes en un contrato que publicó en 2019 para conseguir 31 trenes de ancho métrico, premeditados a actualizar la flota de la red de cercanías y media distancia, eminentemente en el norte del país.

En junio de 2020, Renfe le adjudicó este contrato a CAF, desarrollador de trenes y buses con origen en País Vasco, por 258 millones de euros. Cuando preparaba el emprendimiento, CAF se percató de que había un fallo en los gálibos y que las vías no soportarían los trenes encargados y se lo trasladó a su cliente, Renfe.

Durante todo este tiempo, todas y cada una de las partes han estudiado las distintas resoluciones probables, como utilizar los gálibos establecidos, pero que forzaría a crear unos trenes con unas dimensiones bastante menores de las presentes, lo que impactaría en las posibilidades a los pasajeros.

También se barajó amoldar la infraestructura, lo que derivaría en unos plazos largos de ejecución y unos costos superiores, o utilizar una salvedad. Finalmente, se decidió el procedimiento comparativo, con el que todas y cada una de las partes, que lamentan el retardo, piensan que se minimizará el encontronazo.

El contrato adjudicado en 2020 fijaba en 220 meses el período de ejecución del contrato, cerca de 18 años y 4 meses. Como incluía el cuidado a lo largo de 15 años de ciertas entidades, los tres años y 4 meses sobrantes sería el período para la fabricación de los trenes, si bien comunmente se entregan de manera progresiva. Por ello, los primeros trenes deberían estar completados, como tarde, en el mes de octubre de 2024.

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