El presidente reitera que que él "desde el comienzo" mencionó que Quiñones había hecho "lo que debía realizar" y piensa que "ahora está aclarado" todo
SANTANDER, 18 Mar.
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), ha salido al paso de las críticas contra él de la encargada del Gobierno, Ainoa Quiñones (PSOE), por no haber rectificado instantánea su fallo sobre la hora de la llamada sobre el registro de la Consejería de Obras Públicas, y piensa que "no debe reconducir nada" con ella sobre este tema pues "ahora está aclarado".
A cuestiones de los medios sobre las expresiones de Quiñones, Revilla ha defendido que él "desde el comienzo" mencionó que la encargada del Gobierno había "hecho lo que debía realizar" y que no le había "chivateado nada".
En relación al instante en que se causó la llamada de Quiñones, Revilla ha insistido en que, en un comienzo, él ha dicho otra hora --primero a las 7.20 y después a las 7.30-- por el hecho de que "la hora no la tenía segura".
"Di una hora por el hecho de que no miré el reloj, calculé por la hora donde yo me estoy (se frecuenta) afeitando que eran las 7.30. Pues no, eran las 7.43. Tenía razón ella, pero ahora se ha aclarado", ha aseverado el presidente en afirmaciones a los cronistas tras formar parte esta mañana el Hotel Sardinero en un acto de partido.
Preguntado sobre si va a llamar a Quiñones, Revilla respondió con un "no, si la veo todos y cada uno de los días" y ha señalado que él "no debe reconducir nada" tras lo ocurrido.
Revilla hizo estas afirmaciones una vez que ayer la encargada del Gobierno, una vez popular que la Fiscalía había archivado la demanda por el supuesto 'chivatazo' a Revilla, reprochara a éste que no rectificara sus afirmaciones sobre la hora de la llamada que le logró el día que se generaron los registros en la Consejería de Obras Públicas por la investigación de las presuntas irregularidades en el Servicio de Carreteras, que la metieron "en la mitad de una polémica de la que no formaba parte" y que, a su juicio, fué generada "intencionadamente por todas y cada una de las partes".
Y es que, según ha dicho Quiñones, Revilla, "de haber amado", habría zanjado el tema desde el primero de los días en vez de continuar "especulando" y "mudando su versión cada día que se charlaba". Por ello, comprende que ella tuvo "una lealtad institucional" hacia el presidente de Cantabria que, a su juicio, "no fué recíproca" por la parte de éste.
