El Ayuntamiento de Santander ha completado la restauración del monumento de La Vaca y la Portalada de Cazoña, como parte de un plan de restauración de monumentos y esculturas en la ciudad. Próximamente, el Consistorio iniciará la tramitación para mejorar las Farolas de las Cuatro Estaciones, el monumento a Rubén Darío y procederá a la sustitución de la cruz de la Catedral de la Alameda de Oviedo. Estas restauraciones se suman a otras llevadas a cabo en los últimos años, como el monumento a Augusto González Linares, la intervención artística del muro de la rampa Sotileza, el monumento al Incendio, Los Raqueros y la escultura en homenaje a los Hermanos Tonetti, entre otros.

El monumento de La Vaca, inaugurado en 1983, es un conjunto escultórico formado por una estatua de una vaca de bronce sobre un pedestal, acompañada por dos figuras típicas de los campesinos, como el segador. Además, cuenta con dos bajorrelieves en piedra que complementan el monumento. Por otro lado, la Portalada de Cazoña, inaugurada en 1986, es un pórtico labrado en piedra de sillería que fue trasladado para reconstruirlo en el nuevo barrio de Cazoña, tras la construcción de viviendas en el lugar donde se encontraba originalmente.

La concejala de Cultura, Noemí Méndez, ha destacado el compromiso del Ayuntamiento en la protección y conservación del patrimonio histórico y cultural de la ciudad. A través de restauraciones, limpiezas y acciones de prevención como la eliminación de grafitis, el Consistorio busca optimizar y mantener en buen estado los monumentos y obras públicas. Además, se trabaja en coordinación con la Concejalía de Patrimonio para garantizar la conservación de los bienes inventariados y tomar medidas urgentes cuando existan riesgos para las personas o la integridad de los monumentos.