En Santander, el 13 de abril, la Fiscalía de Cantabria ha presentado un caso que ha capturado la atención pública, solicitando una pena de cuatro años y medio de prisión para un individuo acusado de cometer abusos sexuales contra una mujer que había conocido a través de la popular aplicación Tinder. La acusación particular ha ido más allá, pidiendo un incremento de la pena a seis años y medio, subrayando la gravedad del presunto delito.

El relato de los hechos, según establece el escrito del ministerio público, comienza con intercambios de mensajes entre ambos a través de la aplicación. Posteriormente, llegaron a intercambiar números de teléfono y acordaron conocerse en persona, donde se darían un beso.

El encuentro tuvo lugar en el hogar de la mujer, donde, tras un saludo inicial, el acusado comenzó a comportarse de manera inapropiada. La Fiscalía detalla que el acusado, ignorando las súplicas de la mujer para que se detuviera, continuó sus intentos de contacto físico, llegando incluso a desnudarla parcialmente y a realizar tocamientos en sus partes íntimas.

A pesar de que la mujer pidió en múltiples ocasiones que cesara aquel comportamiento, el acusado intentó llevar su mano hacia su propio cuerpo, una acción que fue rechazada por la mujer. Ante la falta de correspondencia de ella, el acusado se retiró del lugar.

Para la Fiscalía, estos hechos configuraron un delito de abuso sexual, sugiriendo penas que incluyen no solo la privación de libertad, sino también la prohibición de acercarse a la víctima y la imposición de medidas adicionales, como la inhabilitación para ejercer profesiones que impliquen contacto con menores.

A nivel de indemnización, se estima que el acusado debería compensar a la mujer con 3.600 euros por el daño psicológico y la ansiedad sufrida a raíz de este incidente.

En contraposición, la acusación particular describe el acontecimiento como una agresión sexual, apoyando su demanda de seis años y medio de prisión y pidiendo una indemnización superior, fijada en 6.000 euros.

El abogado defensor del acusado ha rechazado las acusaciones, alegando que el encuentro fue consensuado desde un inicio, señalando que tanto él como la mujer se mostraron mutuamente interesados. El letrado argumenta que, al finalizar la cita, no hubo violencia ni intimidación y solicita la absolución de su cliente.

El caso será abordado por la Sección Primera de la Audiencia Provincial el próximo martes, 15 de abril, a las 9:30 horas, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria.