Vecinos se enfrentan a nueve meses de prisión por amenazas de muerte después de mudarse a un piso de alquiler

Vecinos se enfrentan a nueve meses de prisión por amenazas de muerte después de mudarse a un piso de alquiler

Un hombre ha sido condenado a nueve meses de prisión por amenazar de muerte a sus vecinos en Cantabria. Estos se vieron obligados a abandonar su vivienda y buscar refugio en un piso alquilado. La Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado la sentencia y el acusado también deberá pagar una multa de 960 euros por resistirse a la autoridad al lanzar una patada a un agente que acudió a la llamada de los denunciantes.

Los hechos ocurrieron en Torrelavega cuando la Policía Local fue llamada a la vivienda del agresor debido a los fuertes gritos que se estaban escuchando. Al abrir la puerta, el hombre insultó y amenazó a los vecinos, afirmando que los mataría. Incluso cuando los agentes intentaron calmarlo, este continuó insultando y amenazando a la vecina en presencia de ellos. Poco después de que la policía abandonara el lugar, el hombre amenazó nuevamente a los vecinos en el descansillo de la planta, prometiendo hacerles la vida imposible hasta que murieran.

Ante esta situación, los agentes intervinieron y ordenaron al agresor que se retirara. Ante su negativa, se le informó de que sería detenido. En ese momento, el hombre lanzó una patada a un agente y reiteró sus amenazas de muerte. Como resultado de estos hechos, los vecinos afectados se vieron obligados a abandonar el edificio y actualmente residen en un piso alquilado.

El acusado apeló la sentencia argumentando que las amenazas no estaban respaldadas por pruebas suficientes y que las expresiones utilizadas carecían de gravedad. Sin embargo, la Audiencia Provincial respaldó la decisión del juez al considerar que había pruebas directas contundentes, como los testimonios de los vecinos y las declaraciones de los agentes, quienes confirmaron la alteración y agresividad del acusado.

El tribunal también consideró que las expresiones proferidas por el condenado eran graves debido a su fuerte carga agresiva, el alto estado de alteración en el que se encontraba al decirlo, las circunstancias de vecindad y las consecuencias negativas que esto tuvo para la tranquilidad de los afectados y los problemas de ansiedad que les causó.

Finalmente, la Audiencia Provincial consideró que el acusado también era culpable del delito de resistencia a la autoridad, respaldando los testimonios de los agentes y los vecinos perjudicados.

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Cantabria