En un alarmante desarrollo, las autoridades han detenido a un influyente youtuber que cuenta con más de un millón de suscriptores, acusado de fabricar explosivos de manera ilegal. Este individuo, conocido por su canal en la popular plataforma de video, subió más de 60 grabaciones en las que no solo enseñaba a crear explosivos, sino que también mostraba los devastadores efectos de estos dispositivos destructivos.
La operación, nombrada 'Sputnik', fue llevada a cabo por la Guardia Civil en Castro Urdiales, donde los agentes desmantelaron un taller clandestino dedicado a la elaboración de mezclas explosivas e incendiarias, como cloratita, pólvora y "termita". Durante esta intervención, se confiscó más de 20 kilogramos de productos químicos peligrosos que el youtuber utilizaba para sus tutoriales.
Según informes oficiales, el detenido empleaba diversas sustancias químicas peligrosas, y en una de sus escandalosas demostraciones, logró destruir un vehículo, poniendo en riesgo no solo su vida, sino también la de los vecinos y del entorno forestal cercano. La Guardia Civil ha señalado que estas acciones representan una grave amenaza, tanto en términos de seguridad pública como de posibles incendios en zonas forestales.
El youtuber enfrenta múltiples cargos, incluyendo la fabricación ilegal de explosivos, el riesgo provocado por estos artefactos, y la desobediencia a las autoridades. A pesar de los peligros inherentes a sus actividades, este individuo continuaba creando contenido que podía inspirar a sus seguidores, quienes podrían intentar replicar estas acciones de manera irresponsable.
Los videos publicados en su canal no solo abarcaban la fabricación de explosivos, sino también la creación de armas artesanales, como un lanzallamas. El hallazgo de estos tutoriales generó preocupaciones entre las autoridades, que advirtieron sobre el potencial riesgo que representaban para la seguridad pública, especialmente dada la vasta audiencia que alcanzan sus publicaciones.
La investigación fue iniciada tras la detección, por parte del Servicio de Información de la Guardia Civil, de los contenidos ilegales presentes en el canal. Este descubrimiento señala un incremento en la preocupación sobre cómo las plataformas digitales pueden ser utilizadas para promover actividades delictivas, especialmente entre jóvenes vulnerables, quienes podrían sentirse tentados a seguir estos tutoriales para fines nefastos.
Un caso similar en 2022 en Pontevedra llevó a la condena de un hombre por fabricar explosivos, quien admitió haberse guiado por los vídeos de este youtuber. Este precedente resalta la capacidad de estos tutoriales para influir en individuos con intenciones peligrosas, aumentando el riesgo de actos violentos en la sociedad.
El youtuber grababa sus tutoriales en una propiedad familiar ubicada cerca de áreas residenciales y bosques, lo que aumentaba el riesgo de explosiones accidentales y incendios. La Guardia Civil ha hecho un llamado a la precaución, advirtiendo que los contenidos de su canal podrían ser mal utilizados por grupos criminales o extremistas, dada la alta tasa de visualizaciones que alcanzan los vídeos.
En una de sus producciones más recientes, se demostró cómo elaboró más de 30 kilos de una mezcla incendiaria letal llamada 'termita', que luego utilizó para incinerar un vehículo en su propiedad, todo ello a escasos metros de un valioso ecosistema forestal. Su despreocupada actuación incluso incluyó la negación de acceso a los servicios de emergencia que llegaron para controlar el incendio, lo que desencadenó una investigación adicional por parte del SEPRONA de Cantabria.
La 'termita', un compuesto extremadamente peligroso capaz de alcanzar temperaturas superiores a los 2,500 grados centígrados, tiene aplicaciones tanto legales como ilegales. Su uso se extiende desde la soldadura hasta el rompimiento de cajas fuertes, lo que la convierte en un material atractivo para individuos con intenciones delictivas.
Entre otros tutoriales, el youtuber también compartió información sobre la fabricación de napalm casero y cómo emplear un lanzallamas, demostrando así la fría y calculada naturaleza de sus enseñanzas. Las autoridades lograron identificar al responsable y localizar las instalaciones donde operaba su taller clandestino justo a tiempo para evitar desgracias mayores.
La intervención culminó en dos registros de propiedades, donde se recuperaron los más de 20 kilos de sustancias químicas y material informático que está siendo analizado. Dado el alto nivel de peligrosidad de estas sustancias, se requirió la intervención de los Técnicos en Desactivación de Explosivos (TEDAX) de la Guardia Civil, quienes ahora están a cargo de su análisis y posterior destrucción.
Hasta la fecha, el Servicio de Información de la Guardia Civil ha realizado seis operaciones este año contra la elaboración ilegal de explosivos, destacando una tendencia preocupante que requiere atención y acción coordinada para resguardar la seguridad pública. La sociedad sigue vigilante ante la posibilidad de que este tipo de actividades puedan proliferar a través de plataformas digitales sin suficiente regulación.
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