Crónica Cantabria.

Crónica Cantabria.

Zuloaga exige nuevamente la destitución del consejero de Salud por retrasar la implementación de protonterapia y por cuestionar al IFCA.

Zuloaga exige nuevamente la destitución del consejero de Salud por retrasar la implementación de protonterapia y por cuestionar al IFCA.

El secretario general del PSOE de Cantabria, Pablo Zuloaga, ha solicitado nuevamente la destitución del consejero de Salud, César Pascual (PP), después de enterarse de que solicitó un informe a la clínica privada Quirón que ha retrasado la licitación de la protonterapia en la región, a la vez que cuestionaba uno realizado por el Instituto de Física de Cantabria (IFCA).

Zuloaga expresó su opinión después de conocer una información de la Cadena Ser Cantabria que indicaba que la Consejería había solicitado a expertos de la clínica Quirón que validaran un informe realizado por el IFCA, en el cual se aprobaba la instalación de la protonterapia en Valdecilla.

De acuerdo con la noticia publicada, estos expertos de Quirón habrían realizado cuestionamientos al informe del IFCA, retrasando así la licitación de la protonterapia.

Zuloaga considera que el Gobierno ha cometido un grave error al pedir la opinión de la "única" clínica privada que cuenta con una unidad de protonterapia sobre un proyecto destinado a un hospital público como Valdecilla.

En su opinión, recurrir a la opinión de esta clínica representa un ataque a los intereses de la sanidad pública de Cantabria.

Zuloaga lamenta que, con estas acciones, el Gobierno haya retrasado la instalación de la protonterapia en Cantabria, un proyecto en el que, según él, el PP nunca ha creído.

Además, ha instado al Gobierno a disculparse con el IFCA por poner en duda el informe de profesionales de reconocimiento internacional.

"Cesar Pascual acumula tantos motivos para dimitir, que son innumerables. La presidenta de Cantabria debe destituir a este consejero y reconocer que la sanidad pública no puede estar bajo el control de alguien que condiciona el progreso de los proyectos públicos a las decisiones de las clínicas privadas. Es intolerable e inadmisible, y es terrible que la sanidad esté en manos de alguien que no cree en el servicio público", concluyó.