La influencia del mar en la vida cántabra es innegable. La costa de Cantabria se extiende por más de 200 kilómetros y ha sido fuente de recursos y medios de vida para los cántabros durante siglos. Desde la pesca hasta el turismo, el mar ha tenido un impacto decisivo en la vida económica y cultural de la región. Además, su belleza natural y su posición geográfica han hecho que el mar sea también un elemento fundamental de la identidad regional y de la vida cotidiana de los cántabros.
La pesca es una de las principales actividades económicas relacionadas con el mar en Cantabria. Las costas ofrecen una gran variedad de peces y mariscos que se capturan con diferentes técnicas y métodos, tanto en pequeñas embarcaciones como en barcos más grandes.
Entre los pescados más valorados se encuentran la merluza, el bonito, la anchoa y el besugo. También se pesca una gran variedad de mariscos, como la centolla, el percebe, la nécora o los mejillones.
La pesca ha sido, históricamente, una actividad fundamental en la vida de muchas localidades costeras, donde la pesca artesanal ha sido la forma de vida de muchas familias durante generaciones. A pesar de la intensificación de la pesca industrial en las últimas décadas, la pesca artesanal sigue siendo una práctica relevante en algunas zonas de la costa cántabra.
Otra actividad económica de gran importancia en la costa de Cantabria es el turismo. La belleza natural de las playas y calas, junto con la riqueza cultural y patrimonial de la región, atraen cada año a miles de visitantes de todo el mundo.
Además de los atractivos turísticos ya mencionados, la costa cántabra también ofrece una amplia variedad de actividades relacionadas con el mar, como deportes acuáticos, rutas en barco, pesca deportiva o buceo, entre otros. Todo ello hace que el turismo marítimo sea una fuente importante de ingresos y empleo en la región.
Además de su importancia económica, el mar también ha influido profundamente en la cultura y las tradiciones de los cántabros. La región cuenta con una larga tradición marinera, que se refleja en la arquitectura de los pueblos costeros, la gastronomía, la música y las fiestas populares.
Un ejemplo de estas tradiciones es la Regata de la Bahía, que se celebra en Santander cada verano y en la que participan decenas de embarcaciones de vela latina, un tipo de embarcación típica de la costa cántabra. También son muy populares las fiestas de la virgen del Carmen, patrona de los marineros, que se celebran en muchos pueblos costeros.
Por último, el mar también tiene una importancia fundamental en el medio ambiente y la biodiversidad de la región. Las costas de Cantabria son un hábitat privilegiado para un gran número de especies marinas, algunas de ellas en peligro de extinción.
Además, el mar es un elemento fundamental en la regulación del clima y la temperatura de la región, y sus corrientes y mareas influyen en la flora y fauna terrestres de la región.
La costa cántabra ofrece, por tanto, una gran variedad de recursos y oportunidades para aquellos que deciden visitarla o establecerse en ella. La belleza natural y el patrimonio cultural y tradicional de la región son patentes en cualquier rincón de su costa, y hacen de ella uno de los lugares más especiales y atractivos de la geografía española.