La cueva de El Pendo es una de las cavidades más emblemáticas de Cantabria en cuanto a restos prehistóricos se refiere. Se encuentra en la localidad de Escobedo, en el municipio de Camargo, y ha sido objeto de numerosas investigaciones que han permitido conocer en profundidad la vida de los seres humanos que habitaron la región hace miles de años.
La cueva de El Pendo es una cavidad natural que se encuentra en la ladera sur del Monte Pendo, en un entorno privilegiado con vistas al valle de Camargo y a la bahía de Santander. Su importancia radica en los restos arqueológicos que se han encontrado en su interior, que permiten reconstruir la vida de los grupos humanos que la ocuparon en el pasado.
Las primeras excavaciones en la cueva de El Pendo tuvieron lugar a finales del siglo XIX, pero fue a partir de mediados del siglo XX cuando se realizaron trabajos más sistemáticos que permitieron descubrir una gran cantidad de restos prehistóricos. Entre los hallazgos más destacados se encuentran herramientas de piedra, restos de huesos de animales y pinturas rupestres.
Uno de los aspectos más llamativos de la cueva de El Pendo son las pinturas rupestres que decoran sus paredes. Estas obras de arte prehistórico representan animales como bisontes, caballos y ciervos, y han sido datadas en el período Magdaleniense, hace aproximadamente 14.000 años. Las pinturas de El Pendo son un testimonio de la creatividad artística de los primeros habitantes de Cantabria.
Los restos arqueológicos encontrados en la cueva de El Pendo nos ofrecen una visión detallada de la vida de los grupos humanos que la ocuparon en el pasado. Entre los objetos más comunes se encuentran herramientas de piedra como raspadores, buriles y puntas de flecha, utilizadas para cazar y procesar alimentos.
Además de las herramientas de piedra, en la cueva de El Pendo también se han encontrado restos de huesos de animales que han permitido reconstruir la dieta de sus antiguos habitantes. Se han identificado restos de mamuts, renos, caballos y otros animales que eran cazados por los grupos humanos para obtener alimento, piel y otros recursos.
En la cueva de El Pendo también se han encontrado restos humanos, principalmente en forma de enterramientos. Estos hallazgos indican que la cueva fue utilizada como lugar de sepultura por los grupos humanos que la ocuparon en el pasado. Los enterramientos suelen consistir en individuos colocados en posición fetal, acompañados de ajuar funerario como herramientas de piedra o conchas marinas.
Además de las pinturas rupestres, en la cueva de El Pendo también se han encontrado objetos de arte mobiliar, es decir, objetos decorados o tallados que no formaban parte de las paredes de la cueva. Estos objetos incluyen huesos tallados, colgantes de conchas marinas y otros elementos que muestran la habilidad artística de los antiguos habitantes de la cueva.
La cueva de El Pendo es un verdadero tesoro arqueológico que nos permite conocer en detalle la vida de los grupos humanos que habitaron Cantabria en el pasado. A través de los restos prehistóricos encontrados en su interior, podemos reconstruir aspectos importantes de la sociedad, la economía y la cultura de estos antiguos pobladores. El estudio de la cueva de El Pendo sigue siendo una fuente inagotable de conocimiento sobre la prehistoria de Cantabria.