En la próxima semana, Cantabria dará inicio a su nuevo año escolar, presentando un panorama educativo que involucra alrededor de 87,700 estudiantes. Este número, sin embargo, representa una disminución de aproximadamente 3,000 alumnos en comparación con el año anterior. La plantilla docente abarca cerca de 8,500 educadores, a los cuales se suman 2,300 del sector público, totalizando alrededor de 11,000 profesionales al servicio de la educación en la región.

Para este curso 2024-2025, Cantabria contará con un total de 375 centros educativos, de los cuales se abrirán dos nuevos en Anero y Colindres. Estos centros defenderán un enfoque moderno que proscribe el uso de teléfonos móviles, buscando promover un ambiente de aprendizaje más enfocado y productivo.

Entre las innovaciones que se implementarán este año, se incluye una orden que regula el uso de dispositivos digitales. Esta normativa se dio a conocer a través del Boletín Oficial de Cantabria (BOC) y fue anunciada en una conferencia de prensa por el consejero de Educación, Sergio Silva. A lo largo del pasado curso, se han reportado ciertos incidentes relacionados con el uso de tecnologías en el aula, aunque Silva subrayó que no ha habido situaciones de gravedad significativa.

Además, se ha establecido un nuevo protocolo que aborda situaciones de violencia, acoso laboral y trato discriminatorio, centrándose en la protección del personal docente y no docente ante estos problemas. Este enfoque resalta la responsabilidad de los centros educativos en garantizar un ambiente de trabajo seguro y respetuoso para todos.

De manera innovadora, Cantabria también ha desarrollado un protocolo para la mediación en conflictos laborales en el ámbito escolar, posicionándolo como un referente a nivel nacional. Esta estrategia tiene como objetivo facilitar la resolución de disputas y mejorar la convivencia dentro de las instalaciones educativas, marcando un avance significativo en la gestión del clima laboral en las escuelas.