
El pasado 15 de julio, la Guardia Civil de Cantabria se vio obligada a actuar tras detectar que un conductor de un minibús escolar había dado positivo en una prueba de drogas, específicamente en THC, el componente psicoactivo de la marihuana. Esta situación ocurrió mientras el conductor trasladaba a un grupo de niños hacia su centro educativo, lo que generó la inmediata inmovilización del vehículo hasta que un conductor debidamente autorizado pudiera hacerse cargo de él.
Este incidente se produjo después de que a finales de junio, la Agrupación de Tráfico llevara a cabo una serie de inspecciones de rutina, una de las cuales se realizó en la carretera N-611, en Polanco. Durante la revisión, los agentes comprobaron que el minibús cumplía con todas las normativas y contaba con la autorización necesaria para operar como transporte escolar, así como que la documentación del vehículo y del conductor estaba en orden.
Aunque inicialmente no se observó ninguna conducta sospechosa por parte del conductor, los agentes decidieron esperar a que los menores llegaran a su destino para realizar las pruebas de detección de alcohol y drogas. Con el objetivo de garantizar la puntualidad de los niños, la patrulla acompañó el minibús hasta el centro educativo antes de proceder con las pruebas.
Al final, las pruebas resultaron en un positivo en THC, lo que llevó a la inmovilización del minibús y la elaboración de la correspondiente denuncia. Este tipo de infracción puede suponer para el conductor una multa de hasta 1.000 euros y la pérdida de seis puntos en su licencia de conducir, un duro recordatorio de la responsabilidad que conlleva el transporte de menores.
Tags:
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.