Alertan sobre la 'rave' de Roiz por falta de permisos, seguridad y problemas de drogas y acampada no autorizada.

SANTANDER, 30 de agosto. La reciente fiesta ilegal de tipo 'rave' que tuvo lugar en la cantera de Roiz, dentro del municipio de Valdáliga, ha generado una serie de acciones legales tras la finalización del evento, que se desarrolló del 22 al 27 de agosto y congregó a más de 300 asistentes.
De acuerdo con fuentes de la Delegación del Gobierno en Cantabria, se prevén múltiples denuncias por violaciones a las normativas de seguridad y espectáculos públicos. La organización del evento no contaba con los permisos requeridos ni las medidas de seguridad necesarias, lo que podría haber puesto en peligro a los asistentes.
Las autoridades también cuestionan el cumplimiento de la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, apuntando a la presencia de drogas en un espacio público, lo que acentúa la gravedad de la situación.
Adicionalmente, se contempla la posibilidad de sanciones por acampada ilegal y por la conducción de vehículos bajo los efectos de sustancias ilícitas. En total, la Guardia Civil interceptó a unos 30 conductores, de los cuales 29 dieron positivo en las pruebas de detección de drogas y uno por alcoholemia.
La 'rave' concluyó el miércoles cuando 312 participantes abandonaron el lugar, algunos a pie y otros en sus vehículos en un operativo que se realizó de manera escalonada. La Guardia Civil implementó un dispositivo especial a partir del sábado 23 para controlar los accesos y evitar la llegada de más personas al evento, que se había promocionado a través de redes sociales y comenzó un día antes. La operación continuó hasta que todos los asistentes fueron desalojados.
Desde la Delegación del Gobierno han señalado que los organizadores podrían enfrentarse a multas que ascenderían hasta los 600.000 euros, mientras que los participantes podrían recibir sanciones que variarán entre 150 y 30.000 euros.
Finalmente, la empresa que gestiona la cantera ha presentado una demanda por la ocupación no autorizada de sus instalaciones, lo que añade otro capítulo a esta historia de desorden y falta de responsabilidad.
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