La Audiencia Provincial de Cantabria ha decidido aplicar una suspensión temporal de la pena de prisión para un individuo condenado por agredir y amenazar a su ex pareja, en un veredicto que ha generado diversas reacciones sociales.

En una sentencia emitida recientemente, el tribunal impuso al hombre una condena de dos años de prisión y 140 días de trabajos en beneficio de la comunidad tras comprobar su culpabilidad en delitos relacionados con violencia de género, los cuales incluyeron amenazas, agresiones físicas y tocamientos no consentidos a la madre de su hija.

A pesar de la gravedad de los delitos, el juicio, inicialmente programado para celebrarse el miércoles, se resolvió antes de su inicio gracias a un acuerdo entre las partes que implicó el reconocimiento de los hechos por parte del acusado. Esto permitió que se dictara una condena por amenazas leves, maltrato y agresiones sexuales.

Entre las consecuencias legales del fallo, el tribunal determinó que el agresor no podrá poseer armas durante un periodo de seis años y se le prohibió acercarse o comunicarse con su ex pareja durante doce años. Asimismo, se le inhabilitó para cualquier actividad que requiera contacto directo con menores durante siete años.

La Audiencia, sin embargo, acordó suspender la pena de prisión bajo la condición de que el condenado no cometa ningún delito en los próximos cuatro años y se someta a un programa de reeducación, además de respetar las restricciones de acercamiento a la mujer.

Los antecedentes de este caso apuntan a una relación tumultuosa entre el acusado y la víctima, quienes comparten una hija. En un incidente registrado en diciembre de 2022, el hombre amenazó a su pareja con violencia si ella decidía iniciar una relación con otro. Este episodio generó un ambiente de miedo en la mujer.

La situación se deterioró aún más cuando, varios meses después, durante un altercado en presencia de su hija, el hombre agredió físicamente a la mujer. Posteriormente, el sujeto, en un intento por mantener relaciones sexuales a la fuerza mientras ella estaba en la ducha, nuevamente pasó los límites, llevando a la víctima a tomar la dura decisión de abandonar el hogar.