
Un nuevo golpe contra el narcotráfico en Santander se ha materializado con la detención de cinco individuos, entre los que se cuentan cuatro hombres y una mujer, sospechosos de estar involucrados en actividades de tráfico de drogas. Estas operaciones ilegales se realizaban bajo el disfraz de una asociación cannábica situada en el corazón de la ciudad, la cual ya había sido objeto de investigaciones previas en 2023 que culminaron con la detención de ocho personas.
La asociación ha sido clausurada de manera definitiva, lo que eleva a tres el número total de entidades de este tipo cerradas en la región por delitos relacionados con las drogas. Esta medida se justifica por la creciente evidencia de actividades delictivas en su interior.
En el transcurso de los registros realizados, las autoridades hallaron una cantidad significativa de marihuana y hachís, junto con instrumentos utilizados para la manipulación de estas sustancias, incluyendo bolsas de autocierre, una báscula y un cuchillo de grandes dimensiones. Asimismo, se confiscó una defensa, reforzando la percepción de que se trataba de un lugar de operaciones de narcotráfico más que de un centro de consumo terapéutico, como afirmaban sus promotores.
La Policía Nacional ha revelado que, en los últimos meses, recibió numerosas quejas anónimas de ciudadanos preocupados, quienes alertaban sobre el funcionamiento de la asociación e indicaban que servía como un punto de venta de drogas en una zona especialmente vulnerable, con escuelas y parques infantiles en las proximidades.
En respuesta a estas denuncias, los agentes llevaron a cabo una investigación exhaustiva. Tras revisar los documentos fundacionales de la asociación, se descubrió que, aunque se presentaba como una entidad de consumo responsable, en realidad, no mantenía el control adecuado sobre sus actividades. Su operación, lejos de estar orientada a la salud pública, constituía un foco de distribución de estupefacientes sin restricciones.
El informe policial subraya que la asociación carecía de un déficit de control sobre sus "clientes", lo que reveló que su enfoque estaba claramente dirigido hacia el beneficio económico, incrementando así sus vínculos con el crimen organizado. Dicha asociación ya había estado en la mira de las autoridades, siendo investigada anteriormente por circunstancias similares que llevaron a la detención de otros ocho individuos en junio.
Tras un nuevo registro el pasado 20 de agosto, las autoridades encontraron más marihuana, hachís y otros utensilios ilícitos, lo que reforzó la necesidad de intervenir. De los cinco detenidos en esta última ronda, tres estaban directamente involucrados en la actividad criminal, mientras que dos más ocupaban cargos en la directiva de la asociación. Todos fueron puestos a disposición judicial.
En una operación culminada el 10 de septiembre, la Policía Nacional procedió a cerrar temporalmente el local y detuvo de nuevo a la mujer, identificada como responsable de las operaciones en ese momento. Esta acción representó otro paso firme en la lucha contra el tráfico de drogas en la región.
Con esta reciente clausura, se contabilizan tres asociaciones cannábicas cerradas por la Policía Nacional debido a su involucramiento en actividades de narcotráfico. Las fuerzas del orden recuerdan que están disponibles para recibir denuncias sobre tráfico de drogas a través de un correo electrónico, garantizando el anonimato y la confidencialidad de quienes decidan colaborar.
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