El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha decidido, mediante la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, que el proyecto eólico Corus no podrá llevarse a cabo. Este pronunciamiento se debe a la identificación de importantes riesgos ambientales que no pueden ser suficientemente mitigados por las medidas que proponía la empresa promotora, Global Vidulante.

Este ambicioso plan contemplaba la instalación de un parque eólico con una capacidad de 66 megavatios, compuesto por diez aerogeneradores que alcanzarían los 112 metros de altura, en varias localidades de Cantabria, incluyendo Ampuero, Guriezo y Liendo. Cabe resaltar que el Gobierno de Cantabria ya había emitido un informe que desaconsejaba la iniciativa, lo que añade un obstáculo significativo a su desarrollo.

La cercanía del proyecto con la infraestructura del parque eólico Maya, que ya cuenta con un dictamen ambiental desfavorable, ha sido otro punto clave en este análisis. Este parque, situado en zonas de Cantabria y Vizcaya, ha sido objeto de preocupaciones por sus efectos negativos en la fauna, especialmente en las aves y murciélagos.

Tras revisar la documentación presentada, el ministerio concluyó que los impactos ambientales negativos sobre la fauna, la vegetación y los hábitats de interés comunitario son inminentes, lo que incluye posibles daños al paisaje y al patrimonio cultural. Este tipo de proyectos, además, se ven agraviados por los efectos acumulativos de obras en la misma área, como el parque eólico Piruquito, que se interconecta con la propuesta de Corus.

La resolución, que fue publicada el 13 de septiembre en el Boletín Oficial del Estado, establece que esta declaración de impacto ambiental no puede ser apelada directamente, aunque aún hay margen para emprender acciones legales tanto a nivel administrativo como judicial en relación con la autorización del proyecto mismo.