El Gobierno de Cantabria está trabajando en un ambicioso plan de empleo dirigido a los 2,000 desempleados del sector industrial, el cual incluirá la posibilidad de que los trabajadores afectados por el reciente ERE de Bridgestone puedan beneficiarse de él.
En el marco de las conversaciones sobre el expediente de regulación de empleo anunciado por Bridgestone para sus fábricas en Puente San Miguel y Basauri, los ministerios de Industria y Trabajo han manifestado su respaldo al Gobierno regional para mitigar el impacto de esta decisión sobre los trabajadores.
Eduardo Arasti, consejero de Industria de Cantabria, explicó a los medios que han establecido contacto con las autoridades laborales del Gobierno central, destacando la importancia de colaborar entre administraciones y con los representantes sindicales para encontrar las soluciones más adecuadas y efectivas en este proceso.
Arasti subrayó que tanto el Gobierno de Cantabria como el de España están comprometidos a explorar todas las medidas que sean necesarias para apoyar a la planta de Puente San Miguel. Se busca garantizar un futuro sostenible para la empresa y mitigar la afectación del ERE sobre los empleados.
La administración autonómica ha manifestado su disposición a colaborar con Bridgestone en todo lo que sea necesario. El objetivo es que el número de empleados que se vean afectados por el ERE sea el menor posible. Esto incluye la búsqueda de incentivos y alternativas que incrementen la competitividad de la empresa.
A pesar de los esfuerzos por negociar con la empresa y el apoyo que puedan ofrecer las autoridades, Arasti ha reconocido que se debe estar preparado ante cualquier desenlace del ERE, un proceso que no ha sido inesperado para el Gobierno regional, ya que han mantenido comunicaciones previas con la compañía debido a la situación de ERTE en la que se encontraban.
El consejero ha insistido en la importancia de realizar acciones que estén en consenso con todos los actores sociales implicados. Actualmente, se trabaja en un plan para ofrecer alternativas a aquellos trabajadores que queden afectados por el ERE, quienes también tendrán derecho a un proceso de recolocación gestionado por Bridgestone.
Arasti también abordó la cuestión de las ayudas que ha recibido la empresa por parte del Gobierno de Cantabria en años recientes, aunque no detalló cifras. Su enfoque, según dijo, es colaborar en lugar de señalar incumplimientos, con la intención de apoyar de la mejor forma posible a la empresa y a los empleados perjudicados.
El consejero identificó la raíz del problema en Bridgestone en una disminución de pedidos, que considera estructural y no meramente temporal, sugiriendo que la situación de la empresa requiere atención urgente y soluciones a largo plazo.
Arasti también aseguró que Bridgestone se ha comprometido a incluir al Gobierno de Cantabria en todas las conversaciones relevantes sobre el ERE a nivel institucional, lo que podría incluir reuniones a nivel europeo, asegurando así un seguimiento constante del proceso.
Antes de asistir a la reunión de la Comisión Permanente del Diálogo Social, el consejero de Industria presentó un plan al que podrán acceder los 2,000 parados del sector industrial de Cantabria, específicamente diseñado para incluir a los trabajadores de Bridgestone que puedan verse en una situación comprometida después del ERE.
Este plan tiene como objetivo ofrecer formación adecuada a los desempleados del sector para que puedan ocupar puestos vacantes en diversas industrias locales, donde aún existen muchas plazas sin cubrir a causa de la falta de personal cualificado.
A pesar de que los datos de desempleo en la industria cántabra son favorables, con cifras de paro históricamente bajas, el Gobierno busca preparar a estos 2,000 parados para maximizar la absorción de mano de obra en el tejido empresarial local.
El plan se fundamenta en un análisis de la demanda de empleo realizado por los clústeres de las 200 principales empresas de la región, que ha evidenciado una creciente necesidad de perfiles técnicos que actualmente no existen en el mercado laboral.
El objetivo es lanzar una convocatoria de formación que garantice una posterior contratación, un enfoque que Arasti considera viable y con un alto potencial para beneficiar a los trabajadores y las empresas cántabras.
La formación prevista en el marco del plan estará alineada con las necesidades específicas de cada empresa, y aunque aún no se han definido todos los detalles logísticos, existe la posibilidad de que algunas de las capacitaciones se realicen en el propio lugar de trabajo.
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