El desfile militar de la Guardia Real en Cantabria ha llegado a su fin este domingo, con la participación de más de 600 efectivos, vehículos y unidades caninas y de caballería. Este ejercicio anual comenzó el pasado martes y ha incluido actividades en cerca de treinta localidades de la región, destacando el compromiso del Gobierno en promover la labor de esta unidad militar.

El acto de despedida, celebrado en la Avenida Manuel García Lago de Santander, ha contado con la presencia del jefe del Cuarto Militar de la Casa de su Majestad el Rey, Emilio Gracia Cirugeda, y el Coronel Jefe de la Guardia Real, Pablo Matero y Álvarez de Toledo, quien agradeció a las instituciones y ciudadanos cántabros por la hospitalidad durante su estancia en la comunidad autónoma.

La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, participó en la ceremonia de juramento de la bandera de España junto a alrededor de 300 civiles, resaltando la importancia de esta iniciativa para dar a conocer el trabajo de la Guardia Real a la ciudadanía local. Numerosos representantes institucionales también estuvieron presentes en el evento, demostrando el apoyo y colaboración con las Fuerzas Armadas.

El Ayuntamiento de Santander expresó su agradecimiento por las actividades realizadas durante la estancia de la Guardia Real en la región, destacando la importancia de fortalecer los lazos entre la sociedad civil y militar, así como poner en valor la labor de esta unidad al servicio de la Corona. La alcaldesa resaltó la relevancia de estos programas para acercar la labor de la Guardia Real a los ciudadanos.

Con orígenes en el siglo XI, la Guardia Real tiene como misión principal brindar protección militar, rendir honores y escoltar de manera solemne al Rey, la Familia Real y jefes de estado extranjeros cuando sea necesario. Con más de 1.500 miembros entre tropa y mandos, esta unidad cuenta con activos como 170 caballos y 50 perros, demostrando su compromiso con la seguridad y defensa del país.