Crónica Cantabria.

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Sentenciado a tres años de cárcel por agredir a una niña de 12 en un tren.

Sentenciado a tres años de cárcel por agredir a una niña de 12 en un tren.

Un reciente fallo judicial ha dejado clara la gravedad de la situación cuando un individuo ha sido condenado a tres años de prisión por abusos sexuales a una menor de tan solo 12 años. Este lamentable incidente ocurrió durante un viaje en tren, donde ambos compartían el mismo vagón.

Santander fue el escenario de este caso, cuyo juicio había sido programado para el pasado martes en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria. Sin embargo, al inicio de la audiencia, las partes involucradas, incluyendo el ministerio fiscal, la acusación particular y la defensa del acusado, lograron llegar a un acuerdo que alteró el curso del juicio.

En este sentido, el acusado admitió su culpabilidad, aceptando así una pena de tres años, una resolución que se sitúa por debajo de los cuatro años que solicitaba la Fiscalía, así como los cinco años que aguardaba la acusación privada. La pena es por la comisión de un delito de abuso sexual a menor de 16 años, donde se ha considerado una circunstancia atenuante debido a que el perpetrador ha realizado una reparación parcial del daño, consignando una suma de 600 euros y comprometiéndose a pagar hasta un total de 9.000 euros como indemnización a la víctima.

Además de la pena de prisión, el tribunal ha dictado medidas adicionales que reflejan la gravedad del crimen. Al finalizar su condena, el hombre estará bajo un régimen de libertad vigilada durante siete años, además de estar sujeto a una orden de alejamiento que le impide acercarse a la menor durante el mismo periodo, así como una prohibición de comunicación. Asimismo, se le ha instaurado una inhabilitación de diez años para poder trabajar o relacionarse con menores.

De acuerdo con los hechos que se expondrán en el escrito de conformidad que será presentado, se detalla que ambos se encontraban en un vagón del tren de FEVE cuando el acusado comenzó a conversar con la joven, que vestía su uniforme escolar. Lo que comenzó como una charla se tornó rápidamente en un abuso, cuando, sin el consentimiento de la menor, intentó besarla.

Ante el rechazo de la niña, el hombre no desistió y le tomó del cuello, besando su boca, cuello y escote, además de realizarle succión en esta última zona. En un acto completamente inaceptable, llevó a cabo tocamientos en los pechos de la menor, incluso por debajo de su ropa, así como en sus muslos y la zona vaginal, siempre por encima de la ropa. Asimismo, se alega que tomó la mano de la víctima y la frotó contra su pene, un acto que solo resalta la gravedad de su conducta.