En Santander, este martes al mediodía, un grupo de alrededor de cien estudiantes se movilizó por las calles del centro de la ciudad en una manifestación en contra del acoso escolar. Partiendo desde la Plaza de Numancia y terminando en la Consejería de Educación, localizada en el Río de la Pila, los jóvenes exigieron justicia con un claro mensaje: "Sandra, no te olvidamos, hay responsables".

La manifestación, organizada por el Sindicato de Estudiantes, tuvo lugar de forma simultánea en 55 ciudades de toda España. En Santander, las pancartas que portaban los asistentes llevaban frases como "Basta de silencio" y "El aula es para aprender, no para sufrir. Justicia para Sandra".

El objetivo de esta convocatoria era resaltar la urgente necesidad de implementar "recursos necesarios" en las aulas para combatir el acoso escolar y aumentar la conciencia sobre este grave problema social. Hugo Cicero, portavoz del sindicato, enfatizó que es crucial que se destinen más fondos a la prevención de estas situaciones, en detrimento de otras inversiones menos prioritarias.

Cicero también subrayó que quienes sufren acoso a menudo no lo comunican a los profesores, lo que agrava la situación. En este sentido, desde el sindicato, abogan por la incorporación de equipos profesionales de psicología y psiquiatría en los colegios e institutos, para poder identificar estos comportamientos y actuar de forma rápida y efectiva.

En Cantabria, un caso destacado fue el ocurrido en el instituto Leonardo Torres Quevedo, donde se hicieron virales unas imágenes que mostraban a alumnos acosando a un compañero con discapacidad motora. Este incidente sirve como recordatorio de la gravedad del acoso escolar en la región.

La protesta en Santander también se enmarca dentro de una huelga estudiantil a nivel nacional que se ha convocado tras la trágica muerte de Sandra Peña, una estudiante sevillana de 14 años que se quitó la vida el pasado 14 de octubre tras sufrir un acoso constante en su colegio, el CC Irlandesas de Loreto. Esta situación ha generado un clamor entre la comunidad estudiantil y las familias, exigiendo medidas inmediatas y efectivas contra el acoso escolar.