Este sábado, en el corazón de Santander, se llevó a cabo una emotiva ceremonia para conmemorar a Miguel Ángel Blanco, en el 28 aniversario de su trágico secuestro y asesinato por parte de la organización terrorista ETA. El evento, que tuvo lugar en la Plaza del Ayuntamiento, fue liderado por la alcaldesa Gema Igual y la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga.

Las líderes políticas realizaron una ofrenda floral en memoria del concejal del Partido Popular de Ermua, recordando así la impacto que su caso tuvo en la sociedad española. Durante el acto, Gema Igual leyó un manifiesto de la Fundación Miguel Ángel Blanco titulado 'Meditar sobre lo que pasó es deber de todos', destacando la relevancia de rememorar esos momentos oscuros de la historia reciente de España.

La alcaldesa enfatizó que las emociones vividas por los ciudadanos durante los días del secuestro siguen presentes en la memoria colectiva: "La zozobra, la esperanza frustrada, la indignación y la repulsa al terrorismo son sentimientos que aún resuenan en quienes vivieron aquellos días", declaró con firmeza.

En el manifiesto, se subrayó el valor de la respuesta ciudadana ante el secuestro, que inspiró a millones a salir a las calles en un acto de resistencia ante ETA, poniendo de manifiesto la unidad y la determinación de la sociedad para desafiar a la violencia.

“Recordamos a Miguel Ángel Blanco no solo como un individuo, sino como un símbolo de todas las víctimas que han sufrido el terrorismo en sus diferentes formas a lo largo de los años”, continuó Igual, instando a la comunidad a mantener viva la memoria de aquellos que han padecido las consecuencias de la violencia.

La alcaldesa también hizo hincapié en la importancia de educar a las nuevas generaciones sobre esta parte crucial de la historia de España, asegurando que “tienen derecho a conocer la verdad sobre el sufrimiento que ha causado el terrorismo”.

En su discurso, Gema Igual resaltó cómo Miguel Ángel Blanco ha llegado a ser un ícono de la lucha por los principios del Estado de derecho y la convivencia en democracia, considerándolo un héroe involuntario que representa lo mejor del espíritu social español.

“Respetar su legado es una forma de honrar a todas las víctimas del terrorismo”, afirmó la regidora, destacando la importancia de mantener viva la memoria para combatir el olvido y la impunidad que históricamente han rodeado estos temas.

La presidenta de Cantabria, por su parte, se unió a esta declaración de principios y reafirmó el compromiso del Gobierno con quienes han sufrido la violencia terrorista. Hace poco, su administración entregó medallas a las víctimas, demostrando así su reconocimiento a su sufrimiento.

La presidenta Sáenz de Buruaga detalló diversas iniciativas implementadas en los últimos años, que incluyen mejoras en la atención a víctimas y la creación de una Dirección General de Justicia y Víctimas del Terrorismo en el Gobierno regional, así como la introducción de un programa educativo que compartirá los testimonios de quienes han vivido en primera persona las atrocidades del terrorismo.

El homenaje también contó con la presencia de importantes figuras políticas y civiles, así como representantes de la Asociación Cántabra de Víctimas del Terrorismo, reflejando un compromiso conjunto por la memoria y la justicia. La ceremonia concluyó con un claro mensaje: la lucha contra el olvido y la necesidad de garantizar que el legado de las víctimas nunca sea borrado de la historia.