En Santander, el 16 de octubre, se llevó a cabo una reunión entre la Junta de Personal Docente y el consejero de Educación, Sergio Silva, perteneciente al Partido Popular. Lamentablemente, el encuentro no logró cristalizar en un acuerdo, lo cual implica que la huelga programada por los sindicatos en la educación pública de Cantabria del 20 al 24 de octubre sigue adelante.

La movilización incluye dos convocatorias diferentes. La primera surge de la mayoría de los sindicatos integrantes de la Junta Docente, como STEC, ANPE y UGT, que han optado por una huelga escalonada en función del tipo de centro educativo. La segunda, por parte de CCOO, involucra una paralización de cinco días que afecta a todos los profesores sin importar su especialidad o el centro donde laboran.

El principal punto de discordia que ha impedido llegar a un consenso ha sido la conocida como "cláusula Silva", un término acuñado por los sindicatos que establece que cualquier ajuste salarial para los docentes debe estar respaldado por un límite en el presupuesto, tal como exige el consejero.

En esta decimoprimera reunión, el Gobierno introdujo un nuevo elemento a la cláusula, planteando que si los presupuestos del año entrante no se aprueban, las subidas salariales acordadas se implementarían de forma retroactiva en las siguientes cuentas aprobadas.

A pesar de esta modificación, la Junta Docente rechazó la propuesta, sugiriendo alternativas que ya se han aplicado en acuerdos similares con otros colectivos, como el de los médicos.

La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, había anunciado la reunión con la esperanza de evitar la huelga, un objetivo que finalmente no se pudo alcanzar.

Tras el encuentro, ambas partes se presentaron ante los medios, y los sindicatos reiteraron su firme decisión de llevar a cabo la huelga planificada.