
Recientemente, Cantabria ha informado sobre el incremento de casos de gripe aviar en su fauna silvestre, llegando a un total de tres, de los cuales dos presentan características de alta patogenicidad.
El 17 de octubre, la Consejería de Desarrollo Rural de Cantabria dio a conocer que se han detectado dos nuevos casos de gripe aviar. En este contexto, una gaviota, hallada el 5 de octubre en Laredo, fue identificada con alta patogenicidad, mientras que otro ejemplar, encontrado el 7 de octubre en Santoña, fue objeto de análisis por parte de las autoridades sanitarias.
Con estos nuevos incidentes, la cifra total de aves afectadas se eleva a tres, sumándose a un primer caso registrado a finales de septiembre en Castro Urdiales, de igual manera, dos de ellos corresponden a aves con alta patogenicidad.
El informe emitido por el departamento encabezado por María Jesús Susinos detalla que los animales fueron recogidos por agentes de Medio Natural y sometidos a pruebas rigurosas conforme a los protocolos del Ministerio de Agricultura. Los resultados han sido confirmados por un laboratorio especializado ubicado en Algete, Madrid.
La consejera ha expresado su gratitud hacia los dueños de granjas avícolas, destacando su esencial labor en la contención del virus. "Gracias a sus esfuerzos, por el momento no se ha registrado contagio en las explotaciones avícolas de Cantabria", comentó Susinos, subrayando la importancia de implementar medidas adecuadas para prevenir la expansión de la enfermedad.
Si bien el sistema de vigilancia ha demostrado ser efectivo, permitiendo la detección temprana del virus en la región, la Consejería ha enfatizado la necesidad de mantenerse alerta. "Las enfermedades emergentes pueden presentar comportamientos impredecibles", advirtió la funcionaria.
Asimismo, se ha recordado la importancia de seguir las recomendaciones establecidas, que incluyen la restricción del contacto con aves silvestres y una vigilancia intensificada en granjas avícolas. Se insta a reportar cualquier sospecha de enfermedad a los servicios veterinarios, específicamente a la Oficina Comarcal Agraria de Gama.
El Ministerio ha promulgado varias prohibiciones para prevenir la propagación del virus, entre ellas el uso de aves de los órdenes Anseriformes y Charadriiformes como señuelos y la cría de patos y gansos junto a otras aves de corral. Además, se requiere que las aves de corral se alimenten en interiores, evitando su exposición a aves silvestres.
También se prohíbe el acceso de aves silvestres a las fuentes de agua destinadas a las aves de corral, y se exige que estas estén protegidas adecuadamente en aquellos lugares donde se necesiten por motivos de bienestar animal.
En cuanto a la concentración de aves, el Ministerio ha señalado que no se permitirá la presencia de aves de corral en eventos ganaderos, exhibiciones culturales o cualquier reunión que implique la congregación de aves al aire libre.
Las medidas adoptadas en Cantabria se centran en municipios catalogados como de "especial riesgo", incluidos aquellos dentro del Parque Natural de las Marismas de Santoña, así como áreas vecinas. Asimismo, se han establecido zonas de "especial vigilancia" en varios municipios de la región.
Finalmente, se hace un llamado a la ciudadanía, exhortando a reportar cualquier hallazgo de aves muertas o moribundas al 112 o a la guardería de Montes del Gobierno de Cantabria, y se insiste en evitar el contacto físico con dichos animales.
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