En Santander, el acusado del brutal doble crimen en Liaño ha generado conmoción al mostrar una voluntad extremadamente clara de cometer los asesinatos. La fiscalía ha revelado conversaciones en las que el acusado manifestaba un profundo odio hacia su pareja y su propio bebé, utilizando términos despectivos y amenazantes.

La representante del ministerio público, junto con las acusaciones particulares y populares, solicitan la pena de prisión permanente revisable para el acusado, quien ya había expresado sus intenciones violentas meses antes de los trágicos eventos.

Los mensajes de texto y de voz enviados por el acusado reflejan su desprecio y hostilidad hacia la pequeña víctima, llegando al extremo de desear su desaparición. Su expareja, ante las amenazas recibidas, llegó a ofrecerse como sacrificio para proteger a su hija.

El acusado, a pesar de negar su culpabilidad, ha escuchado atentamente los detalles de los actos que se le imputan y las posibles consecuencias legales, mostrando gestos de incredulidad y conmoción en varias ocasiones.

Las advertencias y amenazas previas a los crímenes evidencian la peligrosidad y brutalidad del acusado, quien incluso había quebrantado una orden de alejamiento hacia su expareja en múltiples ocasiones.

Los momentos de arrepentimiento y reconciliación previos al crimen, resultaron ser una trágica farsa por parte del acusado, quien había engañado a su pareja y recuperado su confianza solo para continuar con sus amenazas y actitudes violentas.

Ante la preocupación y el temor creciente, la madre de la niña llegó a confesar a su prima su inmenso pesar y la sombría realidad de la situación, antes de que los eventos desgarradores tuvieran lugar.