
El partido Alianza Verde ha tomado una postura firme en su oposición al plan de gestión del lobo en Cantabria, solicitando a la Consejería de Desarrollo Rural que ponga fin a las extracciones de estos animales. Esta decisión fue comunicada por la formación política en una declaración lanzada el jueves pasado.
Los representantes de Alianza Verde argumentan que el plan carece de una evaluación científica rigurosa y actualizada, elaborada por entidades independientes, que justifique la implementación de medidas letales, incluyendo la caza de lobos. Desde su perspectiva, esta falta de fundamento científico plantea serias dudas sobre la necesidad de un enfoque que contemple la eliminación de cánidos.
El partido subraya que la normativa de la Unión Europea establece que se permiten controles excepcionales bajo condiciones muy estrictas y solamente si se puede demostrar que las alternativas no letales han fallado, lo cual, según los verdes, no ha sido el caso en Cantabria. Según ellos, la caza del lobo podría alterar el equilibrio ecológico, perjudicar la biodiversidad y contribuir a una sobreabundancia de especies de ungulados, lo que a su vez podría causar un aumento de los daños en la agricultura, accidentes de tráfico y la propagación de enfermedades zoonóticas.
Ante esta situación, critican la actitud del Gobierno de Cantabria, al que acusan de elaborar un plan que responde a la presión del sector ganadero y de intereses políticos, careciendo de respaldo científico y de la inclusión de especialistas en conservación en su proceso de formulación.
Cabe recordar que el Ejecutivo regional ha reactivado el plan de gestión que estuvo en vigor antes de que el lobo fuera incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE). Este plan permite la extracción de hasta un 20% de la población de lobos en la región, fijando un cupo de 41 ejemplares para el presente año.
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