El Supremo reconoce el suicidio de un trabajador como accidente laboral.

El Tribunal Supremo ha ratificado que el suicidio de un empleado de un supermercado en Cantabria en abril de 2021 fue considerado como un accidente laboral. La empresa había presentado un recurso contra una decisión previa del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria que había concluido que el suicidio del trabajador estaba relacionado con problemas laborales, y que la empresa no había realizado una evaluación adecuada de los riesgos psicosociales.

La sentencia emitida hace más de un año por el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria fue confirmada, y se determinó que los problemas de índole laboral del trabajador estaban vinculados temporalmente con su suicidio, ya que habían comenzado poco antes de su fallecimiento.

El empleado había sido sancionado por la empresa debido a una denuncia por acoso laboral, y esa preocupación lo acompañó hasta el día de su fallecimiento. Los jueces concluyeron que existía una clara relación entre su trabajo y su decisión de quitarse la vida.

Los problemas laborales que había enfrentado persistieron hasta su fallecimiento, y no se encontraron antecedentes psiquiátricos que pudieran desvincular su muerte de su situación laboral. La empresa fue condenada a pagar las costas del proceso.

El Tribunal Supremo consideró que las circunstancias del caso eran diferentes a las de otros casos similares, donde se había determinado que la causa del suicidio no estaba relacionada con el trabajo. Por lo tanto, se mantuvo la decisión de considerar el suicidio como un accidente laboral.