En Santander, el pasado 16 de marzo, el líder del PSOE y actual presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, lanzó una crítica directa a la presidenta de Cantabria, María José Sáez de Buruaga, del Partido Popular, cuestionando su reticencia a implementar la Ley de Vivienda. Sánchez argumentó que esta legislación es efectiva y citó como ejemplo el modelo adoptado en Cataluña, donde, según él, ha tenido resultados favorables.

Durante su discurso en el acto de clausura del 15º Congreso Regional del PSOE de Cantabria, celebrado en el Paraninfo de la Universidad de Cantabria, Sánchez fue ratificado como líder del partido en la región. Se eligió un nuevo Comité Ejecutivo, con Pedro Casares al frente, quien también se pronunció en términos críticos hacia el gobierno regional.

Sánchez estableció una visión ambiciosa para España de aquí a 2030, en la que más del 80% de la energía generada provenga de fuentes renovables y se erradique el abandono escolar. Enfatizó que uno de los derechos fundamentales que la Constitución no está garantizando es el acceso a la vivienda, especialmente para los jóvenes.

En su intervención, Sánchez defendió la necesidad de aumentar la construcción de vivienda protegida para adecuarse a la media europea y destacó la contención del precio del alquiler en Cataluña, donde se está aplicando la Ley de Vivienda. Lanzó la pregunta retórica a Sáez de Buruaga: "¿A qué esperas para aplicar la ley?"

El presidente del Gobierno aseguró que esta legislación es beneficiosa y subrayó que, al igual que en el sector energético, es necesario que el Estado intervenga en un mercado de vivienda que no funciona adecuadamente.

Además, pidió a los líderes del PP que abandonen lo que él considera un enfoque sectario y neoliberal, abogando por políticas socialdemócratas que, según su opinión, generan crecimiento y cohesión social. A su vez, Sánchez criticó la falta de propuestas del Partido Popular, afirmando que su oposición carece de claridad y dirección.

Refiriéndose a la financiación, Sánchez recordó que las comunidades gobernadas por el PP se opusieron a las entregas a cuenta, que son esenciales para el financiamiento de servicios públicos. También señaló la sorprendente negativa del PP a una posible condonación de deuda que, en el caso de Cantabria, asciende a 809 millones de euros.

El presidente instó a los líderes autonómicos del PP a aclarar cómo planean manejar la situación, exigiendo transparencia sobre los recortes que podrían afectar a servicios públicos si se desestiman estas propuestas de apoyo financiero.

Sánchez se mostró firme en su compromiso de llevar a España hacia la estabilidad en tiempos de incertidumbre, argumentando que las políticas socialdemócratas son la clave para continuar avanzando en el bienestar del país.

Por su parte, Pedro Casares también dirigió críticas hacia el gobierno de Buruaga, acusándolo de haber desmejorado la situación en Cantabria tras dos años en el cargo. En su opinión, los recortes en servicios públicos y la privatización han afectado gravemente a la comunidad.

Casares mencionó problemas concretos como el déficit en servicios de salud y el cierre de consultorios, advirtiendo que el gobierno actual está comprometido con un enfoque que perjudica al interés público y el medio ambiente.

Desde su posición como líder del PSOE en Cantabria, Casares advirtió que el partido no dudará en denunciar cada retroceso que se produzca, prometiendo movilizar a la ciudadanía en defensa de sus derechos.

También hizo mención al recurso presentado por el Gobierno de España ante el Tribunal Constitucional, en respuesta a la derogación de la Ley de Memoria Histórica, acusando a los partidos de derechas de atentar contra la memoria y dignidad colectiva de la región.

Finalmente, Casares reafirmó el compromiso del PSOE de Cantabria de construir un proyecto regional que refleje los avances conseguidos a nivel nacional en términos de derechos, protección social y economía, destacando los beneficios que la comunidad ha recibido por parte del Gobierno central liderado por Sánchez.